LA VIDA, ALGO MAS DE LO QUE VEMOS


Esta historia real transcurre en Amman, capital de Jordania. Un joven llamado Ahmed que vivía en compañía de su madre en unos de los barrios antiguos de esa ciudad.
Ahmed tenía 28 años, había estudiado medicina y exultaba alegría por todos los poros de su cuerpo, ya que había obtenido, una beca para estudiar en Estados Unidos y así, poder especializarse en aquel país. Sus sentimientos estaban divididos entre la felicidad de aquella gran noticia, que le brindaba un futuro mejor, el sabor era agridulce, porque también sentía algo de tristeza , por tener que abandonar su tierra natal y en especial a su anciana madre.
No dejaba de repetirse a si mismo que el hombre feliz; no es aquel que lo parece a los demás, sino quien así se considera, el se consideraba un hombre feliz.
Se repetía a si mismo: mañana volaré a mi nuevo hogar y trabajaré duramente, hasta que pueda conseguir que mi madre venga a vivir conmigo. Se encontraba en la cima de su carrera y todo le parecía posible. Aquella era su última noche en Amman, y decidió pasarla con sus compañeros y amigos con lo que se convirtió en una larga y cálida despedida, que duraría hasta bien entrada la noche.
Regresó a su casa y durmió serenamente, cargado de esperanzas. Amaneció a las pocas horas después de acostarse .
Su madre se levantó y como acostumbraba hacer todos los días, se fue a su trabajo, cosía ropa en un local cercano a su casa.
El aeropuerto también vivía el amanecer, con esa actividad frenética, que generalmente tienen todos los aeropuertos del mundo. El Boeing 707, con destino New York, se hallaba en el parking numero 12 y en el se encontraban los mecánicos que finalizaban la “daily check”. La tripulación de ese vuelo llegó en hora y la carga de combustible había finalizado.
Mientras tanto en la terminal, los primeros pasajeros del vuelo empezaron a llegar y eran facturados. Poco a poco, todas esas piezas que hacen posible que un avión pueda despegar, se iban cumpliendo. La tripulación estaba lista y la aeronave también y los pasajeros fueron embarcados a tiempo, para salir en hora. El comandante del vuelo recibió su slot que tenía asignado el Boeing 707, hacía New York.
Una vez finalizado el embarque, el piloto pidió permiso para rodar hasta la cabecera de pista. Pasados unos minutos el control le autorizó a despegar hacia su destino. El avión se desplazó velozmente sobre la pista, hasta que alcanzó su velocidad de despegue, la torre contactó con el avión para que comunicara con el centro de control.
Durante el proceso de ascenso el avión desapareció del radar. En unos minutos el control aéreo,  declaró el estado de emergencia y al cabo de un tiempo que les pareció a todos interminable,  los peores augurios se convirtieron en realidad. El avión había desaparecido en pleno vuelo.
Mientras tanto en la ciudad, todo continuaba igual. La madre de Ahmed estaba cosiendo en el pequeño local, dónde trabajaba y en el que tenían encendido un viejo televisor. De pronto la madre, no pudo apartar sus ojos del mismo, cuando en directo empezaban a llegar, las primeras imágenes de la catástrofe. Dejó su máquina de coser y todo su cuerpo se paralizó. Al cabo de unos minutos, su primera reacción fue levantarse y salir de  forma enloquecida hacia su casa. Su pecho latía a gran velocidad y le oprimía, y sudaba copiosamente, cuando llegó a la puerta de su casa, no atinaba a abrirla, sus manos le temblaban, cuando por fin consiguió abrirla, vio que el equipaje de Ahmed estaba en el salón. Aún en esos momentos de confusión, comprendió que su hijo había perdido el avión y de repente le invadió una sensación de cierta tranquilidad., corrió hacía la habitación dónde dormía su hijo, gritando su nombre; ¡Ahmed levántate quiero que veas lo que ha pasado¡; pero por más que gritaba su hijo no respondía, cuando abrió la puerta de la habitación, vio que su hijo estaba en la cama, se acercó hasta él para acariciarle y abrazarle y decirle con sus  palabras, quepor cierto  le salían a borbotones desde lo más profundo de su corazón que se había salvado de aquella tragedia. Pero cuando tuvo a su hijo entre sus brazos se dio cuenta de que Ahmed estaba inerte, había  muerto.
TOMAS CANO

THANATOS

El ser humano alcanza edades desconocidas  desde hace años, cierto es que la longevidad es parte de nuestro siglo.
En las empresas, se rechaza y lo digo en Linkedin que es una red profesional, cuando se cruza la barrera de los 50 años y de ahí hacia adelante.
¿Porque un hombre debe inescusablemente cuando alcanza los 65 años jubilarse?
¿Porque no tenemos la opción de que  cada uno, se retire en función de su capacidad, intelectual y física?
La juventud no debe jamás estar reñida con la experiencia, deben coexistir por el bien de la sociedad. Ambas son importantes en la vida cotidiana y en las propias empresas.
Cuando un hombre se retira, salvo que tenga un hobby, y yo lo dudo entra en la fases de, negación,ira, negociación, depresión y aceptación, y no siempre por este orden. Muchos dirán estas fases son para cuando tienes una enfermedad terminal. Que más terminal que te manden a casa sin esperanza.
Comprendo que hay profesiones, que fisicamente agotan, y uno lo que busca es un buen y merecido retiro.Lo aplaudo.
Pero para mi las palabras de Plinio el Viejo, tienen hoy en día un gran valor:
“Hasta ahora es insegura la capacidad del hombre para determinar cuando alguien a muerto”. Pero los responsables de las empresas y sus colegas de RRHH, no lo entienden ni saben quien era Plinio.
Muchos son los que se ven obligados a una jubilación prematura, como si fuera un enfermo terminal, y entra a formar parte sin tener enfermedad digna de destacar a ser parte de la Tanatologia.
Del Griego Thanos (muerte), Logia, (Estudio).
Nos obligan a enfrentarnos no con nuevos retos, con objetivos, con sueños, con ilusiones, con fuerza para comenzar de nuevo, cualquier aventura proofesional, nos mandan con todo un  cariño, extraño en este caso,  y después de que algunos afortunados reciban un obsequio por los años trabajados, a CASA. Quedate en casa te lo mereces. Mereces ir al Thanatos.  Si tienes familia puedes amortiguar el golpe, si no la tienes, entonces estas ya en “fase terminal”: aunque no estés enfermo.
Porque nos dan por muertos, cuando podemos aportar tanto a la sociedad, porque nos relegan a enfrentarnos, con la depresión, la negación (esto no es posble que me pase a mi), y a la forzosa aceptación de que es el fin , de que ya no hay nada más, y por último a la aceptación. De una realidad que en muchos casos es creada por la propia sociedad.
Aunque vivos estamos muertos y solo nos espera al final de los años  la”tierra húmeda”; en una alcoba estrecha.
Dónde nuestro reloj marque las horas que marque,  ya no nos importan, ni tienen ninguna relevancia para nosotros. Eso si nos dejan el reloj puesto.
Mientras los líderes, teóricos de nuestras empresas, se sinten satisfechos de haber limpiado, su empresa de personas,  que a su entender, no sirven, no son convenientes, solo cuentan cosas que les han ocurrido, batallas estúpidas y eso que les a ocurrido, y sus batallas,  yo lo llamo EXPERIENCIA. Algo que solo se alcanza, con dedicación profesionalidad, amor al trabajo y a tus semejantes, ilusión sueños, liderazgo, fe ciega.
Pero que nadie olvide que la fé ciega debe tenerla uno consigo mismo, no fe ciega en las empresas esas pueden mandarte a casa, cuando esa fé ya no les importe en absoluto. Viejos, Viejos son los trapos.