EL INGENIO Y EL DESTINO

El hombre se mira en el espejo, cada mañana y algunos ven el vacio de la vida, y el hombre llega a entender el significado de la nada.
Hay personas que en la empresa me recuerdan a un agente de Inteligencia de dudosa inteligencia.
Los eslóganes de los Gurús son trajes vacios que visten el cadáver de una idea.
La muerte solamente duele un momento, lo cual no está nada mal si uno piensa cuanto duele la vida.
Los recuerdos son pegajosos.
Que vida esta que nos despertamos, trabajamos, comemos, y dormimos de acuerdo con lo que mos ordenan el político, el banquero, el empresario, el casero. Aceptamos que nuetro tiempo les pertenece a ellos, cuando en realidad nos pertenece a nosotros.
Si los hombres ricos pudieran dar un poco de arroz a todos los pobres, serían menos ricos pero no se morirían de hambre.
Esta humanidad, tiene los ojos a veces como ruinas, oscuras y desvencijadas como las ventanas de una morada abandonada.
La vida es un ring considerablemente amplio. El árbitro no es demasiado estricto. La vida es como la lucha libre abierta a todos.
Subir al ring, se sube con talento, sin embargo resulta doloroso muchas veces permanecer en el él y el destino, las circunstancias te derriban, te vencen y es la derrota. Eso no quiere decir que no lo intentes de nuevo. Y de nuevo alcances las cuerdas de ese ring y vuelvas a estar de nuevo en la lona.
Eso amigo mio es talento y destino.

REFLEXIONES

“La vida de un hombre es lo que sus pensamientos hacen de ella.”
“Nunca discutas con un superior. Corres el riesgo de tener razón.”
“Acuérdate en adelante, cada vez que algo te haga estar triste, de recurrir a esta máxima: que la adversidad no es una desgracia, antes bien, el sufrirla con grandeza de ánimo es una dicha.”
“Es ridículo no intentar evitar tu propia maldad, lo cual es posible, y en cambio intentar evitar la de los demás, lo cual es imposible.”
“Recuerdo a los hombres famosos del pasado: Alejandro, Pompeyo, Julio César, Sócrates, y tantos otros; y me pregunto: Ahora ¿dónde están? ¡Cuánto han luchado, para luego morir y volverse tierra…! La vida no es sino un río de cosas que pasan y se pierden. Veo una cosa por un instante, y ya pasó; y otras y otras pasarán… Pronto me llegará la orden: -Te has embarcado; has navegado; has llegado; desembarca…”
” Tienes poder sobre tu mente – no sobre los acontecimientos externos. Date cuenta de esto, y encontrarás la fuerza.”
“El objeto de la vida no es estar en el lado de la mayoría, sino para escapar de encontrarse a sí mismo en las filas de los locos.”
“Si la fama llega después de la muerte, no tengo prisa en conseguirla.”
“No desprecies la muerte, acéptala de buen agrado, porque forma parte de lo establecido”.
La muerte nos asusta, pero no podemos huir de ella. Alguien dijo alguna vez que la vida consiste en aprender a morir. Y en parte es cierto. Cuando llegue, más vale que estés preparado.
” Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no es la verdad. “

MIEDO A MORIR

Cuando hablamos de descriminación por edad en el trabajo, se nos escapa aparte de factores tan importantes como poder mantener la familia, en muchos casos.
El hecho irrefutable de que no poder tener en el  horizonte una oportunidad de trabajo, nos lleva a una muerte como ser humano. Es el  naufragio de un ser humano. Que se ve abocado a esperar la llegada al puerto definitivo, dónde se termina toda esperanza.
Hay quien pagaría por estar ya jubilado pero otros no.
Cuando llegamos a esta situación, nadie quiere decir francamente que lo que le espera al final no es más que la muerte, como trabajador como un ser perecedero, mortal o efímero.
Pero a quien le importa, a casi nadie.
Todos debemos soñar. Soñar con darnos esperanza. Dejar de soñar que es lo que hoy provocan  muchas empresas.es como decir que nunca puedes cambiar tu destino.
A todos nos queda la experiencia personal, de que el verdadero sabor, la verdadera diversión, la emoción continua del trabajo se encuentra en el placer de hacerlo y no en  lugar de tenerlo terminado.
Solo hay una razón para vivir, si tienes algo por lo que merezca la pena morir.
Pero al final lo que nos hace humanos es que somos las únicas criaturas de éste planeta capaces de jodernos a nosotros mismos.

LA FIESTA DE SAN ROQUE

Aquella fiesta de San Roque, patrono de Pitres, fue diferente a todas. Por la noche como cada año en estas festividades todo el pueblo se había reunido en la plaza. Corría de boca en boca una noticia que había dado punto final a una situación por todos conocida y comentada desde hacía mucho: finalmente Paco, el guitarrista, y Almudena, la mujer de Ignacio, el herrero, se habían fugado. Todavía no estaba confirmado pero nadie dudaba el hecho. Hacía una semana que no se los veía. Era rara la tarde que Paco no bajara a la plaza y se enredara en alguno de los bares hasta altas horas de la noche. Sus manos eran como golondrinas inquietas sobre las cuerdas de la guitarra lo que unido a su buen timbrada voz, le permitía desgranar hermosísimas coplas del variado repertorio de su cante. Así, cuando las copas siempre de invite y el cansancio comenzaban a ser evidentes en su estado, regresaba a su cortijo en Capilerilla. El mediodía siempre lo encontraba en sueños. Su arte le permitía vivir ajeno a las penurias del trabajo rural. Eran abundantes las propinas de los parroquianos para que interpretase determinadas canciones. Sus manos jamás habían tocado la mancera de un arado o el mango de un azadón. Bien parecido y poseedor de un carácter simpático, quebraba con su alegría contagiosa la hosca y taciturna forma de ser de los hombres del lugar. Siempre cuidada su vestimenta, la cual, según comentarios eran fruto de regalos de mozas que no podían resistir el poder de seducción del cantaor. Se le atribuían infinidad de romances fugaces que se concretaban en su apartado cortijo. Pero lo que hacía meses se rumoreaba había dejado de ser algo transitorio.
No hacía mucho tiempo que Almudena e Ignacio se habían casado. Ella era una delicada flor de Altaibetar, nacida en un humilde hogar de labriegos. La adornaban tal gracia y donaire, que desde su adolescencia ya había hecho suspirar a más de un mozo de los alrededores. No se supo bien como fue que Ignacio la conquistó. Casi diez años mayor que ella, tal vez vio en él la seguridad de alguien con un oficio independiente y bien considerado. También se dijo que mucha influencia habían tenido sus padres en el “sí” de Almudena. La cuestión es que la relación se formalizó. Ignacio era un buen hombre. Pasaba largas horas frente a la fragua, y el cadencioso golpeteo de su maza sobre el yunque , daba graciosas y artísticas formas a esas lenguas de fuego, para ir conformando hermosos bucles ferrosos. No era hombre de frecuentar los bares, y cuando lo hacía, prefería beber en silencio en la más apartada mesa del establecimiento. Como todos , había disfrutado cuando entraba Paco con su guitarra, pero desde el inicio de los comentarios, se levantaba apenas éste entraba, pagaba lo suyo y se retiraba saludando en voz baja, percibiendo la mirada de todos y oyendo alguna risita mal disimulada. Pero su verdadera pasión era algún fin de semana tomar su escopeta de doble caño y salir de cacería. Se internaba en el coto familiar y recorría los mismos senderos que desde niño conocía palmo a palmo. Sentado al amparo de la sombra de algún castaño generoso solía fumar pausadamente alternando alguna pitada con un trago de vino rústico de su bota. Y mientras fumaba y bebía su mente se sumergía en profundas cavilaciones. El también estaba enterado de esos comentarios que tanto le dolían .Existen detalles, signos sutiles que son prueba inequívoca para un hombre cuando una mujer no da todo lo que en la intimidad puede dar. Un gesto, una sumisión molesta, una caricia interrumpida, suspiros fingidos, excusas banales que sin lugar a dudas son rechazos dolorosos que lo zaherían y él soportaba con estoicidad. ¿La amaba?…¡pues sí!, y mucho, pero lo hacía en silencio. Tal vez porque en su trabajo reinaba el estrepitoso repicar de los hierros, habíase forjado en él un carácter introvertido y en apariencia duro. Solo en su mirada poderosa o en algún gesto simulado en su boca, podían percibirse para quien le interesara, su preocupación, su curiosidad, enojo, nostalgia, pero nunca alegría. ¿Pero qué era eso que el pueblo rumoreaba?, ¿qué Almudena y Paco el guitarrista mantenían un romance clandestino? Ignacio sufría y mucho. Fue aquella tarde en que se reunieron en el convite del bautizo de un sobrino suyo, Paco fue invitado para amenizar la reunión con su cante y su guitarra. ¿Porqué ella se desvivía en procurar que la copa del cantaor no estuviese vacía?; ¿porqué esos aplausos y vivas tan efusivos luego de cada interpretación?. ¿Fue casual el roce de sus manos en una de las oportunidades en que ella le escanció vino y su consiguiente turbación y rubor? . Pues nada era prueba de algo, pero todo sumaba; como esa contínua salida de Almudena a visitar a una prima en Fondales, a sus padres en Altaibetar, a su hermana en Pórtugos… Por estas visitas descuidaba el orden del hogar, y a veces él regresaba de la forja y la cena no estaba lista, o directamente llegaba después. Estaba en estas cavilaciones acompañado por el zumbido de los moscardones y el susurro de la brisa, cuando de pronto un sorpresivo aleteo lo hizo volver a la realidad. Tras unos arbustos dos perdices emprendían su pesado vuelo. En un acto reflejo empuñó su escopeta y las derribó con dos consecutivos y certeros disparos. ”Dejémonos de historias” murmuró, y fue a recoger a sus víctimas.
Pitres se preparaba para la fiesta de San Roque. Paco había anunciado desde hacía varios días que tal vez esas serían las últimas fiestas en las que participaría. Estaba pensando radicarse en Buenos Aires. Esperaba la confirmación que un pariente suyo, afincado allí, y promotor de su entusiasmo, para concretar el proyecto. En los bares y entre risas le preguntaban si pensaba viajar solo. Hasta hubo un gracioso que le recordó pasar antes por la herrería para ver si necesitaba algo. Ignacio, en su casa también percibía un clima de más nerviosismo. Almudena parecía como ausente, casi no comía y su andar por la casa era diferente a su costumbre. En otros momentos, su mirada se perdía en algún punto lejano a través de la ventana e Ignacio tenía que nombrarla más de una vez para que ella se diese cuenta que pretendía decirle algo. Pero en vísperas de la fiesta, a Ignacio se le heló la sangre. En un viejo armario de una de las habitaciones menores de la casa, vio la maleta que Almudena trajo cuando se casaron. Dentro de ella, prendas prolijamente preparadas, zapatos y unas viejas fotos familiares.
Los cohetes taladraron la noche profunda y la quebraron entre luces y estruendos. Algunos parecieron sonar como bramidos de cañones vengadores. La plaza iluminada por decenas de bombillas multicolores explotó en algarabía, risas y bailes. Músicos improvisados trataban de paliar la ausencia de Paco y su guitarra. Ni él, ni Almudena o Ignacio fueron vistos en toda la noche.
Pero pasaron unos días y la familia de Almudena fue a lo de Ignacio a interesarse por ella. Él, simplemente les contestó que preguntaran a la gente del pueblo, o que buscaran a Paco, que encontrándolo a él, también la hallarían. Los padres de Almudena no eran ajenos a los rumores del pueblo, pero no obstante hicieron la pertinente denuncia policial. Un juez de Orgiva y la guardia civil se presentaron a poco en el pueblo. Entre las diligencias efectuadas, fueron al cortijo de Paco y penetraron en él. Todo estaba en aparente orden, aunque se notaba la falta de ropa en los armarios y no pudo hallarse la guitarra del cantaor. Sobre un armario se encontraron las cartas del pariente de Paco en que le comunicaba que ya tenía todo preparado y que esperaba con ansiedad su viaje a aquellas tierras. El único detalle que no encajaba con lo que todo el mundo decía ya saber, era que la habitación principal había sido recientemente pintada. No se entendía como alguien que está a punto de emprender una aventura transoceánica se ocupara en encalar prolijamente un dormitorio. El juez dejó el caso abierto, pero el tiempo se encargó de ir cerrándolo. A pesar del precinto judicial, el cortijo sufrió sucesivas invasiones y hurtos, hasta convertirse prácticamente en una ruina. Ignacio, sin poder soportar los comentarios y su vergüenza, vendió su propiedad y se radicó en las afueras de Órgiva. Sin embargo hasta allí lo persiguió la fama, y al cabo de pocos años, el alcohol, el tabaco, pero sobretodo la pena, lo llevó a la tumba.
De vez en cuando, en las aburridas tertulias de los bares salía el caso como tema de conversación. Una vez alguien trajo la noticia que un tal Paco, cantaor andaluz, había hecho fama y fortuna en el plano artístico por aquellas lejanas tierras. Incluso se trajo un recorte de un diario argentino que mostraba un anuncio del cantante con su foto que había traído uno de los pocos paisanos que yendo allí había decidido regresar. A pesar de los años transcurridos y tratando de imaginar los posibles cambios experimentados, el parecido era notable. Para muchos quedó como seguro que quien aparecía en la foto y Paco eran la misma persona.
Recién comenzados los años setenta, apareció un hombre joven, indiano, pero radicado desde hacía tiempo en Granada a reclamar el cortijo de Paco. Dijo ser un sobrino, pero todo el mundo opinaba que con seguridad era un hijo suyo. Otra vez aquellos que fueron amigos de Paco discutieron en las tertulias al igual que lo habían hecho con la famosa foto del artista, que si la nariz, que si la boca, o los ojos eran los del cantaor.
El joven se acercó hasta la propiedad acompañado por tres albañiles. Fue difícil distinguir el cortijo pues las zarzas y los arbustos lo cubrían prácticamente todo. Sin embargo el casco de la edificación era perfectamente recuperable con una pequeña inversión. La tierra ni era mala ni pequeña. Todavía quedaban muchos almendros y olivos y una buena haza para huerto. En pocos días se limpió la zona y comenzaron las reformas. Se comenzó a quitar los viejos revoques. De pronto, la piqueta de uno de los albañiles atravesó una de las paredes. _”patrón, parece que esta parte está hueca.”_ dijo el peón. A todos se les despertó una súbita inquietud. Era común que en estas construcciones varias veces centenarias se hubieran escondido riquezas en oquedades, y siempre se hablaba de tesoros encontrados que se remontaban incluso a época de los moros. La falsa pared fue cayendo rápidamente. Apenas hubo lugar para asomarse así lo hicieron. Dentro, dos esqueletos con los cráneos perforados por certeros escopetazos; un par de maletas cerradas, y entre ambos, el estuche polvoriento de una guitarra, que al abrirlo, presentó al instrumento aún reluciente, y con las cuerdas perfectamente tensas y afinadas.

EL AVIADOR

El aviador, sobrevuela zonas de opulencia, pero también de pobreza.
Mi aviador cuando vuela no deja de repetirse, hay más zonas de pobreza, que de opulencia. Y estando en el cielo, aprovecha para pedir,  por si acaso alguien le escucha.
¡ Oh Dios mio cubre con tu manto a estas pobres gentes, en esta noche oscura y negra como un océano. Arropa sus vidas con tu amor, ayudales por el amor que profesas a Jesús tu Hijo¡

HISTORIAS DE LAS HAZAÑAS

Reir, sonreir y a veces troncharse, es fundamental para nuestra existencia, para poder sobrevivir. Con ello la vida nos da fuerza para encararla con dignidad, cuando recordamos la historia de las hazañas o proezas, o gestas como queramos denominar .
Se habla tanto de las compañías de bajo coste, como si fueran lo único admirable que se ha hecho en el transporte aéreo. Salvando la distancia del tiempo, o los años.
Cuando empecé mi carrera profesional al igual que otros muchos compañeros, la inicié trabajando en una compañía charter.
Los vuelos charter nacen después,,  de la segunda guerra mundial, — para los jocosos,yo no había nacido todavía– dado que habían aviones como los DC3–DC6–DC7, y pilotos sin trabajo,  porque ya no había a quien inmolar.
En fin con estos aviones empieza algo tan antiguo como la aviación propiamente dicha, los vuelos  charter.
Competíamos los charter con las grandes compañías de bandera, las cuales eran propiedad de los diferentes estados, por lo que nuestra vida no fue facil. Sufrimos la santa inquisición, que en mi País fue tan patente .
Recuerdo que eramos tan pobres que el bajo coste, se queda pequeño. Cuando escribíamos una carta, con nuestra máquina de escribir, que nos había prestado Sabena,  le pedíamos el papel de carbón a Iberia. Entonces no existían los ordenadores y las comunicaciones eran por teletipo.
No teníamos coches, no teníamos nada, era la carencia o ausencia más absoluta de medios. Pero no nos faltaba la pasión.
Eramos bajo gasto. sin más, de forma inevitable.
Recuerdo con notoria claridad,el día que me incorporé a mi primera compañía, yo era flight student, pero ante la imposibilidad de volar había que hacer cualquier cosa. El capitán de uno de los DC6, me pidió que regresara a la oficina a recoger la piedra de afilar o amolar  las hélices. O si por el contario erás un cándido te pedían que fueras al avión de la compañía Iberia y le pidieras a su capitan la piedra de afilar o amolar,  las hélices, para que nos la prestara.
Lógicamente el cándido salía disparado del avión de Iberia, con semblante turbado.
Si alguien ha hecho algo por acercar los destinos más insólitos fueron las compañías aéreas charter, que a precios asequibles de la época te llevaban tan lejos como a cualquier destino de las costas españolas, desde Europa o también a New York o desde mi País,  a cualquier capital europea.
Deberían estos ejecutivos prepotentes de las líneas de bajo coste, que por lo menos tuvieran la grandeza de estudiar la historia de la aviación en su conjunto. Porque reitero que  con cada una de las manifestaciónes en los medios de comunicación, no hago más que reir o sonreir , a causa de su superioridad, que no es a mi entender  ni ética, u honesta.
Claro que las compañías de bajo coste merecen todo el respeto, por lo menos el mio lo tienen, y es cierto que con ellas podemos volar practicamente a cualquier parte del mundo,  pero afotunadamente ellos no han sido los descubridores de la aviación, ni tan siquiera los precursores de la misma.

THE LIFE OF A PILOT

Another day and you find yourself knotting your tie in front of the mirror having put your uniform on. You say goodbye to your loved ones and go to work hoping for a peaceful flight.
You make your way to the airport. At this stage you have an idea of the weather forecast and the crew with whom you will be flying and the route. It does not matter whether you have flown to this destination on numerous occasions, you always feel slightly tense, to a lesser degree as your experience increases but it never disappears completely. Your subconscious mind reminds you that there are never two flights the same and sometimes the unexpected appears so quickly that you can find yourself in a critical situation with no warning.
Studies on the subject have shown that pilots are exposed to 21 different types of risks whilst carrying out their duties. On average they are faced with an average of three per flight. We therefore always expect two. For this reason we never stop hearing that inner voice that says “don’t take things for granted”. The loss of contact with other traffic, storms, the wind shear, a systems breakdown at the most critical moment or bad co-ordination with the copilot or controller are just a few examples.
Your mission is to take someone’s mother, father, brother, son, wife, cousin to their destination. Hundreds of people whose only wish is that you carry out your job properly.
It is true that technology and training makes the job more accessible to all but it also causes congestion of air space, commercial pressure to ensure the operation continues in any weather condition and time and the regulating of the industry are making it far from a simple task. The responsibility of the lives on board still remains the same.
Once on board time is of the essence. Embarking is carried out whilst preparations are being finalized in the cockpit, the flight systems checked and the briefing carried out for take-off. Punctuality is important to our clients but flight preparations for take-off are more so and one must know how to use the time efficiently to be able to ensure on board safety as well as the commercial interests of the company; always in this order.
Any lack of preparation or clarification at this time causes a burden later on so haste is a bad councillor in a business whereby on average every minute lost means 100 dollars wasted.
Take-off is usually the most critical manoevre and that which requires the most concentration. Before initiating, one always goes over the reasons for aborting, as having to detain an aircraft at such high speed means a great risk and is therefore only carried out in extreme cases. As the aircraft covers more than 70 metres per second, it is essential that one is aware of the action to be taken at all times; there is no space for improvisation.
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Cruising on the whole requires a more pleasant supervision of the systems and the weather conditions and is the time that the pilot takes on a supervisory role. During this phase the destination conditions are analysed, the fuel remaining, plans are made in the event of being unable to reach the destination and possible alternative airports are analysed for use should a deviation be required in the event of an emergency. In aviation, as in nearly all things in life, the more prepared you are for an unforeseen event, the better the response. One should not skimp on resources when lives are at stake.
Flying is often a peculiar job. You take off from one airport with sun and flies, cover thousands of miles in a few hours and arrive in another city where is is pouring with rain or snowing. The environment changes as rapidly as you travel.
Coming in to land is usually accompanied by a lot of work. Many factors can complicate the manoevre; bad weather, a busy airport where the controllers are giving out numerous instructions, the terrain and on occasions the normal tiredness that comes with many hours’ work. There are never two approximations alike. Concentration is required the whole time to ensure the aircraft is kept stable. Any major diversion means an aborted landing, having to start afresh, reducing your fuel reserves and therefore other options. The tension increases.
Landing requires a certain dexterity especially with a strong perpendicular wind from the runway. It means having to position the aircraft safely on the ground in a very precise stretch of runway; not before or after nor to the right or left. Experience always helps but the error margin continues to be small and the consequences severe.
A few minutes of taxiing and parking and your mission is accomplished or perhaps the next begins, as in many cases there are multiple sectors to be completed.
The biggest threat to a pilot is always complacency. Although a flight is routine, it does not mean it is without risks and it is the discipline and respect for the profession which keeps us safe.
The objective is always to get your passengers safely to their destination whatever the weather, time, your working conditions or commercial pressures. Our passengers rely on your dedication and professionalism above everything else. You feel responsible for them and wish to carry out your duties for another day whatever the circumstances.
And it is this effort being made on a daily basis by your male and female colleagues in this industry that gives the impression to others that it is a routine job when in truth it is far from this …..