Bufones

Resulta que Reino Unido tiene de nuevo bufón oficial después de tres siglos y medio con la plaza vacante. En España también tuvimos la figura del animador real, que se extinguió con el tiempo. La de payaso ha tenido más fortuna y la sigue teniendo. Y no me refiero a los payasos profesionales que para mí son muy respetables, me refiero a los payasos con chaqueta y corbata que dirigen compañías aéreas y anuncian a bombo y platillo que van a despedir a 600, a 1.000 o a 1.200 y se quedan tan anchos.
Sin preocuparles algo que es fundamental en la aviación, la seguridad aérea, creen que se puede trabajar en un clima normal cuando la espada de Julio César pende sobre las cabezas de tantas personas. Me preguntarán por qué la espada del César, pues porque fue forjada por los Cálibes en Anatolia de un bloque de hierro sideral y templada en la sangre de un león, así que un golpe es suficiente para herirte para siempre. Llamo payasos a tantos, a quienes, en realidad, debería llamar irresponsables e insustanciales.
Recuerdo una cena en el restaurante La Lubina de Madrid, en la que Juan José Hidalgo me preguntó sobre la compra de Air Europa, a lo que obviamente le contesté lo que yo pensaba.
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En busca de la identidad perdida

Sus lastimosos gemidos no tenían fin. Y en medio de sus delirios se remitía una y otra vez al Oráculo. Ése era el lamento del macedonio Alejandro el Magno, el hombre de ojos bicolores y asimétricos, en el lecho de muerte.
En el transporte aéreo mis mensajes no deben ser claros porque no van dirigidos a los necios. Pero esta es la situación utilizando estas letras de inicio. Lo  cierto es que el sector del transporte aéreo, en Europa y en especial en nuestro país, está en el lecho de muerte, al igual que el insigne Alejandro.
Spanair está en la crónica de una muerte anunciada, es una larga historia, pero sus dueños la repudiaron, en este caso SAS, han perdido el tren y van con un retraso de un año y medio con respecto a su competidora Vueling, que también fue repudiada por sus dueños y recogida por Clickair, o lo que es lo mismo, Iberia.
Cuando los catalanes empezaron a descubrir sus cartas y decidieron ir hacía la compra de Spanair, yo fui un defensor absoluto. Querían directivos extranjeros, porque eso para ellos era un sello de garantía, pero sólo hay sello, la garantía ha caducado, día a día se alejan más de una salvación que en estos momentos se me antoja imposible, espero equivocarme.
No se puede ir de ere en ere y tiro porque me toca, ahora se deshacen de más de catorce aviones… Mi pregunta es ¿Quién alienta estos planes de viabilidad?
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