PATRONES CLIPPER

He escrito muchas veces sobre los pilotos/aviadores, siempre lo he hecho desde la más profunda honestidad. siempre lo haré porque tengo un enorme respeto por su labor y porque no dejan dia a dia de enfrentarse a su “instante decisivo”. Podría hablar de otras profesiones que también me merecen un profundo respeto, pero no en vano he pasado mi vida entre estas personas y las compañías aéreas. He conocido pilotos que han nacido para volar y he conocido excepcionalmente algunos que no habían nacido para ello, aunque alguien dijo una vez “yo prefiero ser piloto viejo que piloto bueno”.
Si han sido en su momento algunos pilotos los “héroes del cielo”, cierto.
Pero la realidad actual ya no está compuesta de héroes, sino de hombres profesionales.
En la corta historia de la seguridad aérea, el punto de inflexión se produjo en la década de 1950, con la incorporación de los aviones de reacción, que eran mucho más fiables y fáciles de volar, en comparación de los aviones con motor de émbolo que les precedieron. Con esta incorporación de los aviones a reacción se redujeron sustancialmente los accidentes por fallos mecánicos, o por condiciones atmosféricas. La mejora de la seguridad aérea fue un cambio dramático que abrió el camino a los viajes aéreos, hasta nuestros días.
A finales de 1970, se produjo una decisión que cambiaría todavia más y para mejor la seguridad aérea que hoy conocemos. Un pequeño equipo de investigadores de un centro de la NASA, en Mountain View, California comenzó en aras de la seguridad una evaluación sistemática de la relación piloto-avión.
Uno de los componentes de ese equipo era un psicólogo de investigación y jóven piloto privado llamado John Lauber. Este jóven pasó años observando las operaciones “in situ”, o tal vez deberíamos decir a caballo entre las aerolíneas y las cabinas de pilotaje. Lo primero que encontró Lauber fue una cultura dominada por los comandantes autoritarios, viejos reaccionarios contra la cultura de trabajar en equipo, y que no admitian interferencias de nadie de sus compañeros.
En la compañía Pan Am, tales comandantes eran conocidos como “patrones Clipper”, en una clara referncia a los pilotos de los hidroaviones de la década de 1930. La Nasa habló con Pan Am para prestarles un “simulador de vuelo”, algo desconocido para algunos. Con ese simulador, se simularían diferentes averias o dificultades durante un vuelo. Este simulador de vuelo fue ideado por un médico modesto, británico de nacimiento Hugh Patrick Rufell Smith, que murió unos años más tarde y es venerado hoy en día por haber reformado las operaciones globales de las compañías aéreas, ahorrando innumerables vidas humanas. John Lauber estaba estrechamente involucrado en todo este proceso de cambio radical de lo que es hoy en cuanto a seguridad el transporte aéreo. Hoy en día los simuladores de vuelo son una herramienta fundamental para los pilotos y la seguridad, repartidos por todo el mundo, lo único malo que tienen es que el cafe a veces es difícil de beber por su calidad.
John Lauber, con el fin de conseguir lo fundamental que era y es trabajar en equipo, discutir las situaciones y mejorar los procedimientos, acuñó un termino C.R.M., lo que viene a ser la gestión de recursos, es más importante en la aviación el trabajo en equipo, que solo la habilidad de uno de los componentes de la tripulación, hoy los “primeros oficiales” gestionan o manejan los aviones y son libres de expresar sus opiniones y de preguntar a sus Comandantes, con lo que los pilotos al mando delegan funciones, muchas veces buscan consejo, o simplemente comunican sus planes a sus tripulaciones.
Muchos se pregutarán, para que quiero saber lo que es un C.R.M., no es más que el principio, de otros muchos programas acometidos por las aviaciones civiles, compañías aéreas, y fabricantes.
No ha sido facil llegar hasta este escalón tan alto en la seguridad aérea, hay que tener en cuenta que el camino no ha estado excento de dificultades, la aceptación de todos los procedimientos a sido difícil en algunos países o regiones del mundo, por ejemplo en Asia, dónde el C.R.M., va en contra o iba en contra de las tradiciones de la jerarquía y el respeto a los mayores. Un caso notorio fue el accidente de un Korean Air Boeing 747, que durante la aproximación a Guam, el comandante tomó la decisión de descender de forma prematura y estrellarse en una noche oscura, ni el primer oficial o el mecánico de vuelo le plantearon enfáticamente sus preocupaciones al piloto al mando, aunque ambos eran conscientes de  que la operación era incorrecta y terminaría en tragedia, lo que llevo a que murieran 228 personas.
En resumen en la vida de todo hombre hay siempre un instante decisivo, y probablemente en ese instante se escribe su futuro. Defiendo esta profesión porque probablemente sólo el cirujano y el piloto o los pilotos manejan el débil hilo que abre y cierra la sutil frontera entre la vida y la muerte con tal intensidad y tantas veces a lo largo de sus vidas.
Afortunadamente, hoy ya no tenemos “patrones Clipper”, tenemos profesionales con una alta preparación, y que se enfrentan a las dificultades en equipo, aunque a veces las cabinas altamente tecnologicas de los aviones actuales puedan crearles más de un problema.
Han dejado de ser arrogantes, para ser profesionales, y carecen del defecto de antaño de estar muy bien pagados.

HEROES DE LOS CIELOS

Escribo sobre los aviadores, los pilotos. Hubo una época en que la opinión publica los consideraba los” heroes de los cielos”. A pesar de que en la búsqueda de la seguridad, se ha conseguido que los aviones están destinados a volar en gran medida por si mismos, yo sigo desconcertado cuando veo accidentes, que por una cantidad de pequeños errores, las cabinas a veces se vuelven o reconvierten en alta tecnología en una trampa mortal.
Que se lo pregunten, es un decir  con todo mi respeto a Marc Dubois 58 años, Pierre-Cedric Bonin 32 años, pilotos del Air France 447 de Rio a Paris. O a mis compañeros Agustín Comerón e Isabel. A pesar de ello leo a veces opiniones cuando hablo de esta profesión, con  calificativos de “sin dramatizar”, o por ejemplo “cursi”.
Partida de inbeciles los que carecen de conocimientos pero que bajo seudonimos pueden mostrar su desconocimiento de una profesión, que debe luchar contra los elementos y a veces contra la propia tecnología y que en ocasiones les lleva a entrar en pleno vuelo en la oscuridad de sus cabinas, cuyo silencio es interrumpido por el golpeo constante de cristales de hielo golpenado sus parabrisas, y en algunas ocasiones solo en algunas por todos los demonios, no les ha quedado más que encogerse de hombros y esperar la oscuridad definitiva, y que al final los  que quedamos aquí les echemos la culpa de todo.

EL VIAJE EN AVIÓN DE PEDRO SANCHEZ

Definitivamente dijo que NO a viajar en business, no se en que compañía volaba solo que lo hacía a Los Angeles, quien lo ha pagado yo creo que como siempre el pueblo, somos tan magnanimos. Tal vez para descansar o  como el que no quiere visitar a los Bardem, cómicos que defienden a cómicos. y nos toman el pelo a todos los que no vivimos en Los Angeles.
Mi padre fué cómico a pesar de las penurias, que conlleva ser cómico jamas le le oi comentar sus tristes penurias, posadas con insectos, sueldos miserables,  sino de forma breve, con algún comentario que a veces eran apenas un susurro, para él contaban más, sus exitos.
En fin viendo la foto del Sr Sanchez, comodamente acunado en su asiento, en un duermevela, que es lo que suele ocurrir en los viajes de largo radio, es poco frecuente un sueño profundo, he pensado que tal vez, si de verdad lo conoce se repetía en voz baja, muy baja para que solo lo oyera su conciencia el cuento de Sir Patrick Spence.
“En la ciudad de Dumferling, se hallaba el rey que vino rojo como sangre bebe:
¿Es que ningún buen marino encontraré que sepa llevar mi barco?
Un anciano caballero toma la palabra, sentado a la derecha del rey: Sobre los mares nunca ha habido mejor marino que Sir Patrick Spencer. En seguida le escribe el rey misiva que con su ropia mano firma. Y a Sir Patrick Spencer la envía, quien por la arena caminaba. La primera línea que Sir Patrick lee fuerte risa le provoca: Y la siguiente que lee de lágrimas ciega sus ojos.
Quien este mal haya hecho a mi me lo ha ido a hacer, ¡ enviarme en esta época a navegar por el mar¡. Apresuraros mis hombres, al alba hemos de zarpar, No diga eso, señor nuestro pues temo mortal borrasca. Ayer vi la luna nueva que de la vieja iba del brazo, y mucho me temo, mi buen señor, que en desastre acabe todo.
Poco quieren nuestros nobles escoceses remojar sus armaduras, pero ante las palabras de su señor muy entusiastas le siguen. Y mucho esperaron sus damas a sus abanicos abrazadas, pues a Sir Patrick Spencer querían ver regresar a su hogar. Y mucho esperaron sus damas con peinetas en los cabellos, que volvieran sus amados dueños a los que no verían ya más.
Tan sólo a media hora de Aberdour, a quince brazas de hondura, yace el buen Sir Patrick Spence, y sus fieles nobles le acompañan.

EL ELOGIO DEL IMBECIL

La compañía aérea WIZZ AIR, Hungary ltd, nos considera a los españoles imbéciles.
En su pagina web pueden encontrar un telefono para catalanes o de habla catalana y otro para los castellano parlantes, claro el de los castellanos parlantes es de pago en cambio  los que pertenecen a la gran nación catalana es gratuito,lo que demuestra los conocimientos del departamento de Marketing de esta compañía. Lo conocimientos que tienen de la realidad de nuestro País.Que pasaría si los que queremos hacer una reserva o una pregunta lo hicieramos siempre y todos en alemán, solo por fastidiar, ellos tienen que conocer bien el idioma lo aprendieron forzados.
Empiezo a estar harto de tanto elogio a los imbéciles.
Cataluña es una autonomía del Estado Español, eso es todo a pesar de los fenómenos que dicen los contrario, a estos feenómenos habría que recordarles que todos los españoles sabemos que están perdidos. Como lo estuvo Ulises en su periplo por regresar a Ítaca y que no era capaz de llegar a ver a su esposa Penélope y su hijo Telémaco, el pobre se hizo un lio entre las tierras o reinos de Circe o Eolo, el señor de los vientos,  o las tierras de los cíclopes o lestrigones. En el caso de Cataluña no hay ningún vidente como Tiresias para encauzar un rumbo erratico.
Como dice Pino Aprile los inteligentes se extinguen, porque siempre se extinguen los mejores, en la selección natural y cultural de la especie prevalece lo peor, si lo peor es más útil. En resumen el imbécil sobrevive. el genio se extingue.
Debe contar urgentemente el presidente de WIZZ AIR cuantos imbéciles tiene en la plantilla, aunque a lo mejor antes tontos que muertos.
Es vergonzoso lo que pasa en algunas compañías aéreas, creo que su lema es a cambio de que nos den la vida, la evolución nos pide el cerebro.
Y esto es una muestra de lo que pasa que un tonto convence a otro tonto para hacer una tonteria.