EL PASO DEL TIEMPO

No puedes planear el futuro a través del pasado. Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro.
El futuro esta oculto detrás de los hombres que lo hacen. El futuro es algo que cada cual alcanza a un ritmo de sesenta minutos por hora, haga lo que haga, y sea quien sea.
En tres tiempos se divide la vida : en presente, pasado y futuro. El presente es brevisimo, el futuro dudoso y el pasado cierto ( palabras de Séneca)
El encuentro de los enemigos, el insulto inmediato, los golpes y la caida.
El mundo moderno esta lleno de hombres que sostienen dogmas con tanta firmeza, que ni siquiera se dan cuenta que no son más que dogmas.
El odio es la venganza de un cobarde intimidado.La traición viene de un hombre mezquino.
Cuando nuestro odio es demasiado profundo, nos coloca por debajo de aquellos que odiamos.
La esperanza no es ni realidad ni quimera. Es como los caminos de la Tierra, no había caminos; han sido hechos por el gran número de transeuntes (LU XUN)
El reloj cuenta las horas del día y en las noches las horas perdidas.
Tengo tantas cosas que decir, pero no quiero hacerlo con tinta y pluma.
Mucha gente está sobre el mundo, pero no en él.
¿Para que sirve la excelencia? Para la humanidad.
¿Para que sirve la humanidad? Para Dios.
La civilizavión tiene cinco dedos heterogéneos a saber: Moises, Socrates, Jesús, Shakespeare y Freud.
Por último algo que no llegamos a entender o a visualizar, el mayor enemigo de cada uno de nosotros, no es más que el paso del tiempo.

LA INTELIGENCIA HUMANA

Tiene acaso alguien en este país, respuesta a la pregunta que se hacía Charles Darwin, de por qué España, cayó en una terrible decandencia, tras dominar medio mundo, su respuesta fue “La Santa Inquisición”. Dos investigadores del siglo pasado contempóraneos de Darwin, hicieron una curiosa afirmación: Si se puebla una aldea con cien irlandeses, ( perdón por lo de irlandeses ); como decía irlandeses estupidos, analfabetos, borrachos y zafios.. Y con cien ingleses, cultos, bien educados y sobrios, (bueno, casi sobrios) , varias generaciones después, habrá varios miles de zafios y ni un solo gentleman.
Yo comparto la opinión de Herodato, que advertía sobre que los dioses, truncan todo aquello que destaca, por eso caen abatidos por los rayos los árboles más altos y los animales de mayor tamaño, salvándose los más pequeños.
Cuenta la historía que Peliandro, tirano de Corinto,envió un mensajero a preguntar a Trasíbulo feroz señor de Mileto, como se gobernaba una ciudad. Trasíbulo condujo al mensajero a un campo sembrado, y cada vez que veía una espiga que sobrepasaba en altura a las demás, la cortaba y la tiraba, hasta que terminó con la parte mejor de la cosecha. Periandro comprendió y dio muerte a los mejores hombres de Corinto.
En resumen y como explica muy bien el escritor Pino Aprile; “El poder de una organización social humana es tanto más fuerte cuanto mayor es la cantidad de inteligencia que se consigue destruir”.
Yo he vivido en primera persona la destrucción en el sector aéreo, dónde he trabajado treinta años,  la realidad de esta opinión, y llego también a la conclusión de que en la selección natural y cultural de la especie humana, siempre prevalece lo peor, si lo peor es más útil.

EL INGENIO Y EL DESTINO

El hombre se mira en el espejo, cada mañana y algunos ven el vacio de la vida, y el hombre llega a entender el significado de la nada.
Hay personas que en la empresa me recuerdan a un agente de Inteligencia de dudosa inteligencia.
Los eslóganes de los Gurús son trajes vacios que visten el cadáver de una idea.
La muerte solamente duele un momento, lo cual no está nada mal si uno piensa cuanto duele la vida.
Los recuerdos son pegajosos.
Que vida esta que nos despertamos, trabajamos, comemos, y dormimos de acuerdo con lo que mos ordenan el político, el banquero, el empresario, el casero. Aceptamos que nuetro tiempo les pertenece a ellos, cuando en realidad nos pertenece a nosotros.
Si los hombres ricos pudieran dar un poco de arroz a todos los pobres, serían menos ricos pero no se morirían de hambre.
Esta humanidad, tiene los ojos a veces como ruinas, oscuras y desvencijadas como las ventanas de una morada abandonada.
La vida es un ring considerablemente amplio. El árbitro no es demasiado estricto. La vida es como la lucha libre abierta a todos.
Subir al ring, se sube con talento, sin embargo resulta doloroso muchas veces permanecer en el él y el destino, las circunstancias te derriban, te vencen y es la derrota. Eso no quiere decir que no lo intentes de nuevo. Y de nuevo alcances las cuerdas de ese ring y vuelvas a estar de nuevo en la lona.
Eso amigo mio es talento y destino.

REFLEXIONES

“La vida de un hombre es lo que sus pensamientos hacen de ella.”
“Nunca discutas con un superior. Corres el riesgo de tener razón.”
“Acuérdate en adelante, cada vez que algo te haga estar triste, de recurrir a esta máxima: que la adversidad no es una desgracia, antes bien, el sufrirla con grandeza de ánimo es una dicha.”
“Es ridículo no intentar evitar tu propia maldad, lo cual es posible, y en cambio intentar evitar la de los demás, lo cual es imposible.”
“Recuerdo a los hombres famosos del pasado: Alejandro, Pompeyo, Julio César, Sócrates, y tantos otros; y me pregunto: Ahora ¿dónde están? ¡Cuánto han luchado, para luego morir y volverse tierra…! La vida no es sino un río de cosas que pasan y se pierden. Veo una cosa por un instante, y ya pasó; y otras y otras pasarán… Pronto me llegará la orden: -Te has embarcado; has navegado; has llegado; desembarca…”
” Tienes poder sobre tu mente – no sobre los acontecimientos externos. Date cuenta de esto, y encontrarás la fuerza.”
“El objeto de la vida no es estar en el lado de la mayoría, sino para escapar de encontrarse a sí mismo en las filas de los locos.”
“Si la fama llega después de la muerte, no tengo prisa en conseguirla.”
“No desprecies la muerte, acéptala de buen agrado, porque forma parte de lo establecido”.
La muerte nos asusta, pero no podemos huir de ella. Alguien dijo alguna vez que la vida consiste en aprender a morir. Y en parte es cierto. Cuando llegue, más vale que estés preparado.
” Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no es la verdad. “

MIEDO A MORIR

Cuando hablamos de descriminación por edad en el trabajo, se nos escapa aparte de factores tan importantes como poder mantener la familia, en muchos casos.
El hecho irrefutable de que no poder tener en el  horizonte una oportunidad de trabajo, nos lleva a una muerte como ser humano. Es el  naufragio de un ser humano. Que se ve abocado a esperar la llegada al puerto definitivo, dónde se termina toda esperanza.
Hay quien pagaría por estar ya jubilado pero otros no.
Cuando llegamos a esta situación, nadie quiere decir francamente que lo que le espera al final no es más que la muerte, como trabajador como un ser perecedero, mortal o efímero.
Pero a quien le importa, a casi nadie.
Todos debemos soñar. Soñar con darnos esperanza. Dejar de soñar que es lo que hoy provocan  muchas empresas.es como decir que nunca puedes cambiar tu destino.
A todos nos queda la experiencia personal, de que el verdadero sabor, la verdadera diversión, la emoción continua del trabajo se encuentra en el placer de hacerlo y no en  lugar de tenerlo terminado.
Solo hay una razón para vivir, si tienes algo por lo que merezca la pena morir.
Pero al final lo que nos hace humanos es que somos las únicas criaturas de éste planeta capaces de jodernos a nosotros mismos.

LA FIESTA DE SAN ROQUE

Aquella fiesta de San Roque, patrono de Pitres, fue diferente a todas. Por la noche como cada año en estas festividades todo el pueblo se había reunido en la plaza. Corría de boca en boca una noticia que había dado punto final a una situación por todos conocida y comentada desde hacía mucho: finalmente Paco, el guitarrista, y Almudena, la mujer de Ignacio, el herrero, se habían fugado. Todavía no estaba confirmado pero nadie dudaba el hecho. Hacía una semana que no se los veía. Era rara la tarde que Paco no bajara a la plaza y se enredara en alguno de los bares hasta altas horas de la noche. Sus manos eran como golondrinas inquietas sobre las cuerdas de la guitarra lo que unido a su buen timbrada voz, le permitía desgranar hermosísimas coplas del variado repertorio de su cante. Así, cuando las copas siempre de invite y el cansancio comenzaban a ser evidentes en su estado, regresaba a su cortijo en Capilerilla. El mediodía siempre lo encontraba en sueños. Su arte le permitía vivir ajeno a las penurias del trabajo rural. Eran abundantes las propinas de los parroquianos para que interpretase determinadas canciones. Sus manos jamás habían tocado la mancera de un arado o el mango de un azadón. Bien parecido y poseedor de un carácter simpático, quebraba con su alegría contagiosa la hosca y taciturna forma de ser de los hombres del lugar. Siempre cuidada su vestimenta, la cual, según comentarios eran fruto de regalos de mozas que no podían resistir el poder de seducción del cantaor. Se le atribuían infinidad de romances fugaces que se concretaban en su apartado cortijo. Pero lo que hacía meses se rumoreaba había dejado de ser algo transitorio.
No hacía mucho tiempo que Almudena e Ignacio se habían casado. Ella era una delicada flor de Altaibetar, nacida en un humilde hogar de labriegos. La adornaban tal gracia y donaire, que desde su adolescencia ya había hecho suspirar a más de un mozo de los alrededores. No se supo bien como fue que Ignacio la conquistó. Casi diez años mayor que ella, tal vez vio en él la seguridad de alguien con un oficio independiente y bien considerado. También se dijo que mucha influencia habían tenido sus padres en el “sí” de Almudena. La cuestión es que la relación se formalizó. Ignacio era un buen hombre. Pasaba largas horas frente a la fragua, y el cadencioso golpeteo de su maza sobre el yunque , daba graciosas y artísticas formas a esas lenguas de fuego, para ir conformando hermosos bucles ferrosos. No era hombre de frecuentar los bares, y cuando lo hacía, prefería beber en silencio en la más apartada mesa del establecimiento. Como todos , había disfrutado cuando entraba Paco con su guitarra, pero desde el inicio de los comentarios, se levantaba apenas éste entraba, pagaba lo suyo y se retiraba saludando en voz baja, percibiendo la mirada de todos y oyendo alguna risita mal disimulada. Pero su verdadera pasión era algún fin de semana tomar su escopeta de doble caño y salir de cacería. Se internaba en el coto familiar y recorría los mismos senderos que desde niño conocía palmo a palmo. Sentado al amparo de la sombra de algún castaño generoso solía fumar pausadamente alternando alguna pitada con un trago de vino rústico de su bota. Y mientras fumaba y bebía su mente se sumergía en profundas cavilaciones. El también estaba enterado de esos comentarios que tanto le dolían .Existen detalles, signos sutiles que son prueba inequívoca para un hombre cuando una mujer no da todo lo que en la intimidad puede dar. Un gesto, una sumisión molesta, una caricia interrumpida, suspiros fingidos, excusas banales que sin lugar a dudas son rechazos dolorosos que lo zaherían y él soportaba con estoicidad. ¿La amaba?…¡pues sí!, y mucho, pero lo hacía en silencio. Tal vez porque en su trabajo reinaba el estrepitoso repicar de los hierros, habíase forjado en él un carácter introvertido y en apariencia duro. Solo en su mirada poderosa o en algún gesto simulado en su boca, podían percibirse para quien le interesara, su preocupación, su curiosidad, enojo, nostalgia, pero nunca alegría. ¿Pero qué era eso que el pueblo rumoreaba?, ¿qué Almudena y Paco el guitarrista mantenían un romance clandestino? Ignacio sufría y mucho. Fue aquella tarde en que se reunieron en el convite del bautizo de un sobrino suyo, Paco fue invitado para amenizar la reunión con su cante y su guitarra. ¿Porqué ella se desvivía en procurar que la copa del cantaor no estuviese vacía?; ¿porqué esos aplausos y vivas tan efusivos luego de cada interpretación?. ¿Fue casual el roce de sus manos en una de las oportunidades en que ella le escanció vino y su consiguiente turbación y rubor? . Pues nada era prueba de algo, pero todo sumaba; como esa contínua salida de Almudena a visitar a una prima en Fondales, a sus padres en Altaibetar, a su hermana en Pórtugos… Por estas visitas descuidaba el orden del hogar, y a veces él regresaba de la forja y la cena no estaba lista, o directamente llegaba después. Estaba en estas cavilaciones acompañado por el zumbido de los moscardones y el susurro de la brisa, cuando de pronto un sorpresivo aleteo lo hizo volver a la realidad. Tras unos arbustos dos perdices emprendían su pesado vuelo. En un acto reflejo empuñó su escopeta y las derribó con dos consecutivos y certeros disparos. ”Dejémonos de historias” murmuró, y fue a recoger a sus víctimas.
Pitres se preparaba para la fiesta de San Roque. Paco había anunciado desde hacía varios días que tal vez esas serían las últimas fiestas en las que participaría. Estaba pensando radicarse en Buenos Aires. Esperaba la confirmación que un pariente suyo, afincado allí, y promotor de su entusiasmo, para concretar el proyecto. En los bares y entre risas le preguntaban si pensaba viajar solo. Hasta hubo un gracioso que le recordó pasar antes por la herrería para ver si necesitaba algo. Ignacio, en su casa también percibía un clima de más nerviosismo. Almudena parecía como ausente, casi no comía y su andar por la casa era diferente a su costumbre. En otros momentos, su mirada se perdía en algún punto lejano a través de la ventana e Ignacio tenía que nombrarla más de una vez para que ella se diese cuenta que pretendía decirle algo. Pero en vísperas de la fiesta, a Ignacio se le heló la sangre. En un viejo armario de una de las habitaciones menores de la casa, vio la maleta que Almudena trajo cuando se casaron. Dentro de ella, prendas prolijamente preparadas, zapatos y unas viejas fotos familiares.
Los cohetes taladraron la noche profunda y la quebraron entre luces y estruendos. Algunos parecieron sonar como bramidos de cañones vengadores. La plaza iluminada por decenas de bombillas multicolores explotó en algarabía, risas y bailes. Músicos improvisados trataban de paliar la ausencia de Paco y su guitarra. Ni él, ni Almudena o Ignacio fueron vistos en toda la noche.
Pero pasaron unos días y la familia de Almudena fue a lo de Ignacio a interesarse por ella. Él, simplemente les contestó que preguntaran a la gente del pueblo, o que buscaran a Paco, que encontrándolo a él, también la hallarían. Los padres de Almudena no eran ajenos a los rumores del pueblo, pero no obstante hicieron la pertinente denuncia policial. Un juez de Orgiva y la guardia civil se presentaron a poco en el pueblo. Entre las diligencias efectuadas, fueron al cortijo de Paco y penetraron en él. Todo estaba en aparente orden, aunque se notaba la falta de ropa en los armarios y no pudo hallarse la guitarra del cantaor. Sobre un armario se encontraron las cartas del pariente de Paco en que le comunicaba que ya tenía todo preparado y que esperaba con ansiedad su viaje a aquellas tierras. El único detalle que no encajaba con lo que todo el mundo decía ya saber, era que la habitación principal había sido recientemente pintada. No se entendía como alguien que está a punto de emprender una aventura transoceánica se ocupara en encalar prolijamente un dormitorio. El juez dejó el caso abierto, pero el tiempo se encargó de ir cerrándolo. A pesar del precinto judicial, el cortijo sufrió sucesivas invasiones y hurtos, hasta convertirse prácticamente en una ruina. Ignacio, sin poder soportar los comentarios y su vergüenza, vendió su propiedad y se radicó en las afueras de Órgiva. Sin embargo hasta allí lo persiguió la fama, y al cabo de pocos años, el alcohol, el tabaco, pero sobretodo la pena, lo llevó a la tumba.
De vez en cuando, en las aburridas tertulias de los bares salía el caso como tema de conversación. Una vez alguien trajo la noticia que un tal Paco, cantaor andaluz, había hecho fama y fortuna en el plano artístico por aquellas lejanas tierras. Incluso se trajo un recorte de un diario argentino que mostraba un anuncio del cantante con su foto que había traído uno de los pocos paisanos que yendo allí había decidido regresar. A pesar de los años transcurridos y tratando de imaginar los posibles cambios experimentados, el parecido era notable. Para muchos quedó como seguro que quien aparecía en la foto y Paco eran la misma persona.
Recién comenzados los años setenta, apareció un hombre joven, indiano, pero radicado desde hacía tiempo en Granada a reclamar el cortijo de Paco. Dijo ser un sobrino, pero todo el mundo opinaba que con seguridad era un hijo suyo. Otra vez aquellos que fueron amigos de Paco discutieron en las tertulias al igual que lo habían hecho con la famosa foto del artista, que si la nariz, que si la boca, o los ojos eran los del cantaor.
El joven se acercó hasta la propiedad acompañado por tres albañiles. Fue difícil distinguir el cortijo pues las zarzas y los arbustos lo cubrían prácticamente todo. Sin embargo el casco de la edificación era perfectamente recuperable con una pequeña inversión. La tierra ni era mala ni pequeña. Todavía quedaban muchos almendros y olivos y una buena haza para huerto. En pocos días se limpió la zona y comenzaron las reformas. Se comenzó a quitar los viejos revoques. De pronto, la piqueta de uno de los albañiles atravesó una de las paredes. _”patrón, parece que esta parte está hueca.”_ dijo el peón. A todos se les despertó una súbita inquietud. Era común que en estas construcciones varias veces centenarias se hubieran escondido riquezas en oquedades, y siempre se hablaba de tesoros encontrados que se remontaban incluso a época de los moros. La falsa pared fue cayendo rápidamente. Apenas hubo lugar para asomarse así lo hicieron. Dentro, dos esqueletos con los cráneos perforados por certeros escopetazos; un par de maletas cerradas, y entre ambos, el estuche polvoriento de una guitarra, que al abrirlo, presentó al instrumento aún reluciente, y con las cuerdas perfectamente tensas y afinadas.

EL AVIADOR

El aviador, sobrevuela zonas de opulencia, pero también de pobreza.
Mi aviador cuando vuela no deja de repetirse, hay más zonas de pobreza, que de opulencia. Y estando en el cielo, aprovecha para pedir,  por si acaso alguien le escucha.
¡ Oh Dios mio cubre con tu manto a estas pobres gentes, en esta noche oscura y negra como un océano. Arropa sus vidas con tu amor, ayudales por el amor que profesas a Jesús tu Hijo¡