LOS AVIONES QUE NO VUELAN

Los modelos de aviones en miniatura se han convertido en una especie de moneda de cambio en la industria, con cada transportista que quieran una representación física para cimentar las relaciones con éxito.
En Estados Unidos, los hombres de negocios se dan la mano. En Japón, se saludan con una inclinación. Pero en todo el mundo ejecutivos de aerolíneas realizan un saludo que les es propio: el intercambio de modelos de aviones.
Cuando las aerolíneas comienzan a volar a nuevas ciudades, hacer tratos con otras empresas o financiar nuevos jets, estos modelos de alta calidad – típicamente de uno a dos pies de largo – proporcionan la foto perfecta el telón de fondo, que puede ayudar a romper el hielo o servir como un preciado “gracias “.
Mientras que una tarjeta de visita la solemos meter rápidamente en algún cajón de la mesa, los modelos de aviones siguen siendo estando en un lugar visible en el escritorio de los políticos y los agentes del poder de la industria.
Es uno de esos regalos que recibe la gente y no se guarda en el armario.
El fabricante de aviones europeo Airbus recibió 1456 pedidos de aviones de pasajeros de 67 aerolíneas de todo el mundo el año pasado. También colocó 30.000 aviones de miniatura de sus propias órdenes – de los modelos Airbus.
Compras de aviones multimillonaria se deciden en la eficiencia de combustible, sus costes de mantenimiento, la cantidad de carga que posea y lo lejos que pueden volar. Sin embargo, los modelos de escritorio ayudan a iniciar la conversación.
Poner un modelo del avión en miniatura sobre la mesa no servirá para convencer o llegar a un acuerdo,pero si para llamar la atención del comprador o alquilador.
La tradición de intercambio de modelos de aviones ha existido por décadas. Caminar a través de la sede de cualquier línea aérea y veremos las filas de los modelos – incluyendo los de los competidores -lo podremos observar con facilidad.
Tengo un buen amigo empleado en la aerolínea Air Europa que tiene tal cantidad de esos aviones, que ya no le caben en ningún sitio, lo más esperpento es que ni Aena ni el ayuntamiento o el gobierno local balear es incapaz de buscarle un lugar para ubicar tan fantástica colección de aviones que narran la historia de la aviación mundial. Los políticos como siempre a su bola aunque Juan Sánchez lo quiere hacer como donación.En un país turístico como el nuestro nadie esta interesado. Será tal vez porque no da dinero, la historia nunca da dinero la especulación si. En fin espero y deseo que al final esa colección de incalculable valor encuentre en cualquier parte de España un lugar.
Los Modelos de aviones tienen sus raíces con los ingenieros aeroespaciales, que los utilizaron en una época antes de las computadoras para diseñar aviones y luego probarlos en túneles de viento.
Luego, en 1946, dos trabajadores de la Douglas Aircraft Co. comenzaron a hacer lo que llamaron Miniaturas del Pacífico con el estímulo del fabricante de la aeronave. Fue justo después de la Segunda Guerra Mundial.
Ellos se encargaron de promover el romance y el lujo de viajar en avión.
La compañía, con sede en Fullerton, California, creó grandes modelos seccionados que mostraron interiores de aviones a un público que no los había visto nunca- en su mayor parte -y nunca habían puesto un pie en el avión. Esos modelos se convertirían en uno de los pilares de las agencias de viajes desde hace décadas.
Pronto hubo demanda de los modelos más pequeños que podrían encajar en los escritorios y estantes de las personas.
En el caso de un incendio, creo que esas serían las primeras cosas que sacaríamos del edificio, en una linea aérea.
No debemos olvidar tampoco los aviones reales autenticos los que de verdad vuelan , de compañías que los alquilan pero, por la ineptitud de sus gestores e inventores del proyecto están aparcados en los aeropuertos, esperando una muerte digna, o que al final alguien con las ideas claras se lo lleve a volar a una compañía aérea de verdad dónde sus gestores, no sean unos incapaces que los hay y en nuestro pais tenemos algún que otro ejemplo
TOMAS CANO

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