Hablando de la solidaridad humana, no quisiera que nadie se sintiera criticado, ni despreciado, ni porque detras de sus acciones humanitarias hayan fotografías de lo que hace, ni los que visten pañuelos de seda cubriendo sus cabezas como embajadores plenipotenciarios de tal o cual organización, nuestra sociedad esta llena de egos revueltos. Pero nada que decir, nada que juzgar cada cual es como es.
Yo en cambio me quedo con la imagen nitida, aunque sus nombres estén difuminados en mi memoria.
Toodos los fines de semana y alguna vez entre semana me acercaba al aeropuerto dónde mis compañeros, facturaban nuestros vuelos a Iberoámerica. Un día alguien pregunto por el responsable de la linea aérea, se referían al Jefe de Turno no a mi pero uno de los empleados se acercó a mi y me pidió que hablara con aquella persona. Era un Jesuita, llevaba exceso de equipaje y no tenía dinero para hacer frente a ese estipendio, le pregunté que llevaba en las maletas ¡Medicinas y material médico¡; sin mediar palabra me abrió las maletas y era verdad. Desde entoces manifesté a mis compañeros que cuando se encontraran ante esta situación les dejaran facturar las maletas viendo antes lo que portaban las mismas.
Me quedo con la imagen del Jesuíta, las monjas, los cooperantes, que jamás he visto en revistas o reportajes, me quedo con esas gentes que con una gran humildad y la cabeza alta, hacen tanto por tantos y no son más que unos desconocidos son seres anónimos, y por eso mi respeto, y admiración porque no se si yo sería capaz de hacerlo como ellos lo hacen, llevando el bien, y haciendo que Dios cubra con su manto a tanta gente humilde y pobre que existe por desgracia entre la humanidad.
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Yo también me quedo Tomás….., un abrazo
Gracias , no he querido menospreciar nada ni a nadie, todos debemos ayudar y ser solidarios en las formas que queramos pero yo me quedo con las caras que vi o con las Monjas de Cochabamba en Bolivia. Nunca tuve mayor satisfacción que tratarles, y creeme que aprendí en lo que cabe lo que es la humildad. Un fuerte abrazo Tomas
Estoy de acuerdo contigo tio, mucha gente excepcional se agrupa bajo el manto de la iglesia, institución de luces y sombras como sabemos y yo en mi educación pude comprobar alguna de esas sombras q aun hoy me impiden sentirme cómoda a su lado.
Tambien las Ongs acogen gente no muy clara en sus objetivos y en sus métodos pero me parece muy lógica tu recomendación y propia de buena persona porq mas vale favorecer a algun cabroncete q no hacer nada ante las injusticias
Querida Sol, que cierto es lo que manifiestas pero yo creo no se tu que la verdadera iglesia esta en estas gentes, las que lo abandonan todo por los demás
Un abrazo muy fuerte