El horizonte inmenso, el reto
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Actualizado 17 noviembre, 2015 || Por Xaloc
1 Comentario
Los negros nubarrones de la incertidumbre cerraban aún el horizonte del transporte aéreo. Cercanas quedaban aún heridas abiertas.
Lacerantes quemaduras producidas por la explosión -holocausto postrero- de compañías desaparecidas en esta misma década, escocían aún la piel de muchos profesionales del “transporte aéreo”. Otros, aferrados a un pasado, ya prácticamente historia cerraban los ojos ante la evidencia.
Quiméricos y utópicos continuaban levantando sus castillos de naipes, como hacían años atrás y como seguirán haciendo años venideros. Para todos, la noche era noche; la esperanza, quimera; la realidad, un mal menor.
Los cimientos del viejo “Son San Juan” se estremecían. Los negros nubarrones chocaban entre si violentamente, haciendo aún más negro el horizonte. El rayo de esperanza era tan lejano -eran tantos, tantos los desengaños recientes- que nadie osaba levantar los ojos más allá de sus propias narices para ver ese nuevo amanecer que indefectiblemente sigue a la noche más oscura.
La historia no es historia por ser presente, es… una sucesión de presentes que ya son pasado. El presente no es hoy -llegaríamos tarde-; el presente es “mañana” si queremos llegar a tiempo. Aferrados al hoy seguimos en el pasado. Vivir el mañana hoy es trabajar el presente.
Pequeño -como los grandes hombres- voluminoso, que el buen yantar es de agradecidos, calvo ni un pelo de tonto. Con la agudeza natural de que ha pasado hambre, con la sensatez a orillas de nuestro Mediterráneo, con el arrojo del que es consciente- ahora o nunca- con ese don humano que le permite “contactar”, mitad Napoleón mitad Sancho….. No necesitó auparse de puntillas para ver sobre las innumerables cabezas sumidas en la noche, el amanecer estaba ahí, cerca ya, al alcance de la mano. Había que empezar a andar, a correr si era preciso….. Las ventajas cogidas de madrugada son más ventajas.
Y tocó a arrebato con sordina y los cimientos de mil conceptos anacrónicos chirriaron y el eco de mil túnicas al rasgarse semejaban lamentos de viejas plañideras. Se encendió la llama de la ilusión que cegó violentamente muchos ojos, a la vez que iluminaba la esperanza de otros muchos. Y el visionario, pequeño, voluminoso y calvo andaba ya lejos en el horizonte, cuando algunos perezosamente despertaban… Y en su loca carrera arrastró a otros pequeños y grandes, voluminosos y esbeltos, calvos y melenudos. Mil ilusiones nacieron en otras tantas familias, codo a codo fueron haciendo camino al andar, como nuestro viejo poeta castellano.
No valía la pena mirar atrás, era peligroso. Podíamos quedarnos estatuas de sal como dicen que se quedó la mujer de Lot. Se habían roto esquemas, inercias…. Solo andar y andar, correr, si acaso sin prisas, pero avanzar y avanzar: que la noche aún estaba cercana…. El amanecer fue luminoso, atrás la oscuridad, la tormenta, el miedo. Adelante el horizonte inmenso, el reto. Era un día cualquiera de 1986, acababa de nacer Air Europa.
Solo nos queda el hecho de que nadie puede volver atrás y empezar de nuevo, pero cualquiera puede comenzar hoy y tener un nuevo final parecido al de 1986, el horizonte nos espera y el reto también a todos los que formamos parte del sector del transporte aéreo español.
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Sector(*)
Acepto la política de protección de datos – Ver
Qué os habéis tomado???? dice:
17 noviembre, 2015 a las 10:44
O fumado?
Por cierto, el día era el 15 de Noviembre
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