En este mundo existen, han existido y existirán los seres humanos escalera, sin ellos los mediocres en general y salvo excepciones, no se aprovecharían de ellos para llegar a conseguir aquello que persiguen en su vida. Seguro que los motivadores, gurús, expertos en liderazgo no les explican este aspecto del ser humano, cuando disertan sobre las bonanzas del trabajo en equipo. Normalmente los hombres escalera suelen ser los líderes de verdad.En estos momentos de mi vida recuerdo una frase que no recuerdo, su fuente. Pero uno cierra los ojos para ver más hondo y siento que me apuñalan fria, justamente, con ese hierro viejo: La Memoria. Cuando llegan a conseguir su objetivo, se limitan a quitar esa escalera sin reparar en medios para que nadie pueda utilizarla y llegar a hacerles sombra en el futuro, sin mirar atrás sin guardar el mínimo recuerdo de gratitud hacía la persona que los ha encumbrado, personal y profesionalmente.
Algunas de esas personas, en cualquier sector han utilizado al hombre escalera para llegar dónde hoy están, y a continuación destruyendo a esa persona para que a través de él no pueda subir nadie más. Algunos son hoy en día empresarios reputados, no solo del sector profesional en el que ejercen , sino de otros muy diversos dentro del sector turístico o industrial de nuestro País, pero sus empresas, salvo excepciones , en general carecen de empatía con sus propios empleados, o en algunos casos exhiben sin el menor rubor un nepotismo increíble.
Que pena acceder al final de la escalera para llegar hasta dónde deseaban y no darse cuenta de lo que son en realidad.
Una observación importante de los que utilizan este sistema, del hombre escalera es debido a la cantidad de imbéciles que hay en el mundo, que es tan elevado que hasta a mi me sorprende. Esta situación de utilizar hombres escalera, por necios me llama la atención, porque algunos de ellos ocupan posiciones de prestigio y de notable poder, por lo que ejercen una influencia muy importante, sobre las vidas de sus semejantes. No han conseguido llegar a ser líderes, precisamente por utilizar un medio poco ético.
En fin la inteligencia intimida y desencadena la agresividad de quien no la posee o está menos dotado, por este motivo los menos dotados necesitan desesperadamente la inteligencia del hombre escalera, porque es la única forma de que el imbécil sobreviva, mientras el genio se extingue.
Al final lo que nos hace humanos es que somos las únicas criaturas capaces de utilizar el hombre escalera y cuando hemos llegado a la cumbre, escupimos a la espalda del hombre escalera.
TOMAS CANO