EL AJEDREZ Y LA VIDA

Nunca se crea o permita albergar el sentimiento de ser demasiado orgulloso de lo que creemos que somos y presumir de cuál es la posición que tenemos o hemos alcanzado en la vida, porque después de una partida de ajedrez, tanto el rey como los peones terminan en la misma caja en última instancia,

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