LOBOS DIRIGIDOS POR CORDEROS

LOBOS DIRIGIDOS POR CORDEROS
Iberia, ha sido el referente durante años de lo que debe ser una compañía aérea, aunque algunas veces haya levantado entre los profesionales del sector momentos de tensión. Con la aparición de IAG, el resto de compañías de este País ya no la respetan ¡ Vamos a terminar con ellos, y dejarlos a la minima expresión!.
Para muchos hay que matar a la Bestia Iberia. Se dice que no hay pecado en matar a una bestia, en cambio un hombre si; Pero dónde empieza uno y termina el otro.
Pero cuidado con matar a la bestia, porque para ella nada inspira mejor el perdón, que la venganza. Es mejor no despertarla.
Barceló ha conseguido operar con su compañía de Portugal, gracias al “truco final”, de operar vuelos desde España al Caribe con la Licencia de Operador Aéreo de una empresa que ni opera los A330, ni tiene licencia ETOPS, cosas de nuestra Aviación Civil, o tal vez de los buenos oficios del Sr Subías.
Cuanto esfuerzo baldío, por parte de los actores actuales del Sector Aeronáutico, para que nuestra presencia en esta vida se note, cuando lo que deberíamos hacer que es mucho más importante, es que por nuestros hechos se note nuestra ausencia .
Tomas Cano

AVION COLISIONA CON UNA OVEJA

Robeel Haq
Seguir a Robeel
Aircraft collides with sheep during emergency landing. Aircraft is damaged, sheep is fine!
It’s a miracle! The sheep must be pretty strong in Wales…
It’s a miracle! Aircraft collides with sheep during emergency… theaviationwriter.com
Call it a miracle, but a Welsh sheep was knocked by a light aircraft during an emergency landing, causing damage to the right wing. However, the sheep actually survived without any damage… he got back up and walked away!
hace 1 mes

ENTREVISTA DIARIO DE AVISOS

TRANSPORTE AÉREO >
Tomás Cano: “Canarias necesita urgentemente tener su propia compañía aérea”
agosto 19, 2013 | Actualidad,Economía
El experto en el sector del transporte aéreo, Tomás Cano, durante una entrevista anterior. / JAVIER GANIVET
M. FRESNO | Santa Cruz de Tenerife
Tomás Cano es piloto y empresario especializado en aeronáutica y turismo. Lleva más de 37 años ligado al sector del transporte aéreo así como al asesoramiento de distintas aerolíneas. Su amplia experiencia en el sector le permite tener una idea bastante clara de cómo está la situación del transporte aéreo en la actualidad en las Islas con la quiebra de algunas aerolíneas, las tasas aeroportuarias por las nubes y la aparición de las denominadas low cost.
En este sentido, Cano no duda en asegurar que Canarias necesita, de forma urgente, tener su propia compañía aérea. “La situación de las Islas así lo exige; ahora bien, otra cosa es que los empresarios lo consigan, cosa que dudo, porque el hotelero suele ser bastante miedoso en negocios que no conoce”, indicó.
“Quien piense montar una aerolínea para hacerse millonario, se equivoca”
Además, explicó que aunque para el canario está siendo muy caro viajar, al hotelero “esto le preocupa bien poco, porque mientras vea sus hoteles llenos de turistas, ¿para qué va a arriesgar?”. “En Canarias es imprescindible pensar en el turismo, pero también en el residente; aquel que tiene que viajar por motivos laborales o sanitarios o simplemente de vacaciones. Para ello es importante un cambio de mentalidad”.
En su opinión, el error está ahí. “El que piense que va a montar una compañía aérea para hacerse millonario, está equivocado, y le diría lo mismo que dijo Richard Branson cuando creó Virgin Atlantic: Ahora soy multimillonario y dentro de poco seré millonario. Para que funcione, una compañía aérea tiene que ser un medio para conseguir un fin. Cuando el boom turístico de Cancún”, recordó, “se consiguió algo excepcional y es que los hoteleros se involucraran con la conectividad porque, a lo mejor perdían por ahí, pero lo recuperaban cuando ese cliente iba al hotel”.
“Las llamadas líneas de bajo coste no solo traen turismo de zapatillas”
Asimismo, Cano aseguró que poner en marcha una aerolínea no es tan complicado como parece. “No más de seis meses”, matizó, “lo que hay que tener es la voluntad para quererlo hacer”. Aún así reconoció que la culpa no va a ser solo de la “falta de iniciativa” de los hoteleros. “Hay determinadas” compañías, entre las que citó BinterCanarias, que siempre han sido un “freno” para el desarrollo de esta idea. No les interesa”, criticó.
Asimismo, señaló que a los turoperadores “tampoco les interesa”. “¿Qué cree que hará, por ejemplo, Thomas Cook cuando vea que Canarias comercializa sus propios paquetes turísticos con avión y estancia?”, se preguntó. “Las Islas, más que ninguna otra región, debería gestionar su turismo y no que éste dependa de terceros, como las compañías aéreas o los turoperadores”, explicó. Tomas Cano resaltó que, para que todo esto se cumpla, Canarias debería tener un régimen de tasas aeroportuarias distinto al de la Península, porque para cualquier aerolínea debe ser “atractivo” venir.
Aeropuerto Tenerife Norte-Los Rodeos. | SERGIO MÉNDEZ
Las ‘low cost’ “No hay que demonizarlas”
Tomás Cano vé con mucha tristeza la situación del sector, especialmente, en lo relativo a la quiebra de algunas compañías aéreas, aunque resalta la aparición de las denominadas low cost. “Las compañías de bajo coste son las que van a marcar la pauta en los próximos años”, señaló. “Desde que baje el precio del carburante y haya aviones grandes con capacidad suficiente para hacer trayectos largos, se producirá un fenómeno que permitirá abrir este mercado a destinos como EE.UU o Arabia, porque el mundo no se acaba en Europa”, aseguró. En opinión Cano, “no hay que demonizar a las low cost. Las personas que dicen que este tipo de aerolíneas traen turismo de zapatillas se equivocan. Compañías como Ryanair (la low cost por excelencia) trae tráfico de todo tipo”.
Por ello, Cano no duda en afirmar que “si yo fuera hotelero no me importaría contribuir económicamente a que esta aerolínea no se fuera de Canarias”. “Me podrá gustar más o menos viajar con Ryanair, pero lo que al final vale es la cuenta de resultados y a mi, como profesional, ésta me demuestra que estos señores ganan 600 millones de euros al año, que tienen 400 aviones y acaban de hacer un nuevo pedido, por lo que, al menos, deberíamos tenerlos en cuenta y estar abiertos a negociar, como hacen en otros lugares”. “El objetivo de Ryanair es que sus costes sean muy bajos basándose en las subvenciones y en los extra que le cobra a sus clientes, a partir ahí lo demás es que a través de la conectividad se llenen hoteles”, matizó. Según los últimos datos del Instituto de Estudios Turísticos (IET), dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, publicados el pasado viernes, Canarias recibió un total 2,5 millones de pasajeros por el uso de las low cost hasta el mes de julio, lo que significa un descenso del 0,5% durante los primeros siete meses del año respecto al mismo periodo del año 2012. Por comunidades autónomas, Cataluña, Baleares y Andalucía encabezaron el ranking de entradas en compañías de bajo coste en los siete primeros meses del año. Canarias no aparece en los primeros puestos.
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EL ACCIDENTE DE SPANAIR

EL ACCIDENTE DE SPANAIR
El accidente que arruinó Spanair, este es un estudio de expertos de las universidades de Sevilla y Castilla La Mancha, que hay que respetar, pero con el que discrepo totalmente, la quiebra de la compañía española no puede circunscribirse solo a este desgraciado accidente, de lo contrario todas las compañías pasarían por el mismo embudo, léase el caso de AirAsiana en San Francisco. Lo que me ha sorprendido es que para ello hayan utilizado el efecto “Rainman” sic. Cuando hubieran podido utilizar el diagrama “ISHIKAWA” o “diagrama espina de pescado”. Soy tan escéptico a este tipo de investigaciones como Severo Ochoa cuando dijo: “Me he dedicado a investigar la vida y no se por qué ni para que existe”, o Descartes “Para investigar la verdad es preciso dudar, en cuanto sea posible, de todas las cosas.
Ni una sola referencia al completo caos a nivel ejecutivo de compañía aérea que era sostenida por sus empleados a pesar de sus políticos y altos ejecutivos.
A su descapitalización más absoluta y a un sueño nacionalista que no era más que una locura.
Mike Szucs, su director general esta por lo menos hasta dónde yo se en Viva Colombia , una línea aérea en Hispanoamérica, que después de su liquidación de contrato y del fiasco de Spanair parece a mi entender un contrasentido lo de Viva lo que sea.
Mientras los empleados o están en el paro o allende los mares .
Tomas Cano

FIESTA DE SAN ROQUE

Fiesta de San Roque
Aquella fiesta de San Roque, patrono de Pitres, fue diferente a todas. Por la noche como cada año en estas festividades todo el pueblo se había reunido en la plaza. Corría de boca en boca una noticia que había dado punto final a una situación por todos conocida y comentada desde hacía mucho: finalmente Paco, el guitarrista, y Almudena, la mujer de Ignacio, el herrero, se habían fugado. Todavía no estaba confirmado pero nadie dudaba el hecho. Hacía una semana que no se los veía. Era rara la tarde que Paco no bajara a la plaza y se enredara en alguno de los bares hasta altas horas de la noche. Sus manos eran como golondrinas inquietas sobre las cuerdas de la guitarra lo que unido a su buen timbrada voz, le permitía desgranar hermosísimas coplas del variado repertorio de su cante. Así, cuando las copas siempre de invite y el cansancio comenzaban a ser evidentes en su estado, regresaba a su cortijo en Capilerilla. El mediodía siempre lo encontraba en sueños. Su arte le permitía vivir ajeno a las penurias del trabajo rural. Eran abundantes las propinas de los parroquianos para que interpretase determinadas canciones. Sus manos jamás habían tocado la mancera de un arado o el mango de un azadón. Bien parecido y poseedor de un carácter simpático, quebraba con su alegría contagiosa la hosca y taciturna forma de ser de los hombres del lugar. Siempre cuidada su vestimenta, la cual, según comentarios eran fruto de regalos de mozas que no podían resistir el poder de seducción del cantaor. Se le atribuían infinidad de romances fugaces que se concretaban en su apartado cortijo. Pero lo que hacía meses se rumoreaba había dejado de ser algo transitorio.
No hacía mucho tiempo que Almudena e Ignacio se habían casado. Ella era una delicada flor de Altaibetar, nacida en un humilde hogar de labriegos. La adornaban tal gracia y donaire, que desde su adolescencia ya había hecho suspirar a más de un mozo de los alrededores. No se supo bien como fue que Ignacio la conquistó. Casi diez años mayor que ella, tal vez vio en él la seguridad de alguien con un oficio independiente y bien considerado. También se dijo que mucha influencia habían tenido sus padres en el “sí” de Almudena. La cuestión es que la relación se formalizó. Ignacio era un buen hombre. Pasaba largas horas frente a la fragua, y el cadencioso golpeteo de su maza sobre el yunque , daba graciosas y artísticas formas a esas lenguas de fuego, para ir conformando hermosos bucles ferrosos. No era hombre de frecuentar los bares, y cuando lo hacía, prefería beber en silencio en la más apartada mesa del establecimiento. Como todos , había disfrutado cuando entraba Paco con su guitarra, pero desde el inicio de los comentarios, se levantaba apenas éste entraba, pagaba lo suyo y se retiraba saludando en voz baja, percibiendo la mirada de todos y oyendo alguna risita mal disimulada. Pero su verdadera pasión era algún fin de semana tomar su escopeta de doble caño y salir de cacería. Se internaba en el coto familiar y recorría los mismos senderos que desde niño conocía palmo a palmo. Sentado al amparo de la sombra de algún castaño generoso solía fumar pausadamente alternando alguna pitada con un trago de vino rústico de su bota. Y mientras fumaba y bebía su mente se sumergía en profundas cavilaciones. El también estaba enterado de esos comentarios que tanto le dolían .Existen detalles, signos sutiles que son prueba inequívoca para un hombre cuando una mujer no da todo lo que en la intimidad puede dar. Un gesto, una sumisión molesta, una caricia interrumpida, suspiros fingidos, excusas banales que sin lugar a dudas son rechazos dolorosos que lo zaherían y él soportaba con estoicidad. ¿La amaba?…¡pues sí!, y mucho, pero lo hacía en silencio. Tal vez porque en su trabajo reinaba el estrepitoso repicar de los hierros, habíase forjado en él un carácter introvertido y en apariencia duro. Solo en su mirada poderosa o en algún gesto simulado en su boca, podían percibirse para quien le interesara, su preocupación, su curiosidad, enojo, nostalgia, pero nunca alegría. ¿Pero qué era eso que el pueblo rumoreaba?, ¿qué Almudena y Paco el guitarrista mantenían un romance clandestino? Ignacio sufría y mucho. Fue aquella tarde en que se reunieron en el convite del bautizo de un sobrino suyo, Paco fue invitado para amenizar la reunión con su cante y su guitarra. ¿Porqué ella se desvivía en procurar que la copa del cantaor no estuviese vacía?; ¿porqué esos aplausos y vivas tan efusivos luego de cada interpretación?. ¿Fue casual el roce de sus manos en una de las oportunidades en que ella le escanció vino y su consiguiente turbación y rubor? . Pues nada era prueba de algo, pero todo sumaba; como esa contínua salida de Almudena a visitar a una prima en Fondales, a sus padres en Altaibetar, a su hermana en Pórtugos… Por estas visitas descuidaba el orden del hogar, y a veces él regresaba de la forja y la cena no estaba lista, o directamente llegaba después. Estaba en estas cavilaciones acompañado por el zumbido de los moscardones y el susurro de la brisa, cuando de pronto un sorpresivo aleteo lo hizo volver a la realidad. Tras unos arbustos dos perdices emprendían su pesado vuelo. En un acto reflejo empuñó su escopeta y las derribó con dos consecutivos y certeros disparos. ”Dejémonos de historias” murmuró, y fue a recoger a sus víctimas.
Pitres se preparaba para la fiesta de San Roque. Paco había anunciado desde hacía varios días que tal vez esas serían las últimas fiestas en las que participaría. Estaba pensando radicarse en Buenos Aires. Esperaba la confirmación que un pariente suyo, afincado allí, y promotor de su entusiasmo, para concretar el proyecto. En los bares y entre risas le preguntaban si pensaba viajar solo. Hasta hubo un gracioso que le recordó pasar antes por la herrería para ver si necesitaba algo. Ignacio, en su casa también percibía un clima de más nerviosismo. Almudena parecía como ausente, casi no comía y su andar por la casa era diferente a su costumbre. En otros momentos, su mirada se perdía en algún punto lejano a través de la ventana e Ignacio tenía que nombrarla más de una vez para que ella se diese cuenta que pretendía decirle algo. Pero en vísperas de la fiesta, a Ignacio se le heló la sangre. En un viejo armario de una de las habitaciones menores de la casa, vio la maleta que Almudena trajo cuando se casaron. Dentro de ella, prendas prolijamente preparadas, zapatos y unas viejas fotos familiares.
Los cohetes taladraron la noche profunda y la quebraron entre luces y estruendos. Algunos parecieron sonar como bramidos de cañones vengadores. La plaza iluminada por decenas de bombillas multicolores explotó en algarabía, risas y bailes. Músicos improvisados trataban de paliar la ausencia de Paco y su guitarra. Ni él, ni Almudena o Ignacio fueron vistos en toda la noche.
Pero pasaron unos días y la familia de Almudena fue a lo de Ignacio a interesarse por ella. Él, simplemente les contestó que preguntaran a la gente del pueblo, o que buscaran a Paco, que encontrándolo a él, también la hallarían. Los padres de Almudena no eran ajenos a los rumores del pueblo, pero no obstante hicieron la pertinente denuncia policial. Un juez de Orgiva y la guardia civil se presentaron a poco en el pueblo. Entre las diligencias efectuadas, fueron al cortijo de Paco y penetraron en él. Todo estaba en aparente orden, aunque se notaba la falta de ropa en los armarios y no pudo hallarse la guitarra del cantaor. Sobre un armario se encontraron las cartas del pariente de Paco en que le comunicaba que ya tenía todo preparado y que esperaba con ansiedad su viaje a aquellas tierras. El único detalle que no encajaba con lo que todo el mundo decía ya saber, era que la habitación principal había sido recientemente pintada. No se entendía como alguien que está a punto de emprender una aventura transoceánica se ocupara en encalar prolijamente un dormitorio. El juez dejó el caso abierto, pero el tiempo se encargó de ir cerrándolo. A pesar del precinto judicial, el cortijo sufrió sucesivas invasiones y hurtos, hasta convertirse prácticamente en una ruina. Ignacio, sin poder soportar los comentarios y su vergüenza, vendió su propiedad y se radicó en las afueras de Órgiva. Sin embargo hasta allí lo persiguió la fama, y al cabo de pocos años, el alcohol, el tabaco, pero sobretodo la pena, lo llevó a la tumba.
De vez en cuando, en las aburridas tertulias de los bares salía el caso como tema de conversación. Una vez alguien trajo la noticia que un tal Paco, cantaor andaluz, había hecho fama y fortuna en el plano artístico por aquellas lejanas tierras. Incluso se trajo un recorte de un diario argentino que mostraba un anuncio del cantante con su foto que había traído uno de los pocos paisanos que yendo allí había decidido regresar. A pesar de los años transcurridos y tratando de imaginar los posibles cambios experimentados, el parecido era notable. Para muchos quedó como seguro que quien aparecía en la foto y Paco eran la misma persona.
Recién comenzados los años setenta, apareció un hombre joven, indiano, pero radicado desde hacía tiempo en Granada a reclamar el cortijo de Paco. Dijo ser un sobrino, pero todo el mundo opinaba que con seguridad era un hijo suyo. Otra vez aquellos que fueron amigos de Paco discutieron en las tertulias al igual que lo habían hecho con la famosa foto del artista, que si la nariz, que si la boca, o los ojos eran los del cantaor.
El joven se acercó hasta la propiedad acompañado por tres albañiles. Fue difícil distinguir el cortijo pues las zarzas y los arbustos lo cubrían prácticamente todo. Sin embargo el casco de la edificación era perfectamente recuperable con una pequeña inversión. La tierra ni era mala ni pequeña. Todavía quedaban muchos almendros y olivos y una buena haza para huerto. En pocos días se limpió la zona y comenzaron las reformas. Se comenzó a quitar los viejos revoques. De pronto, la piqueta de uno de los albañiles atravesó una de las paredes. _”patrón, parece que esta parte está hueca.”_ dijo el peón. A todos se les despertó una súbita inquietud. Era común que en estas construcciones varias veces centenarias se hubieran escondido riquezas en oquedades, y siempre se hablaba de tesoros encontrados que se remontaban incluso a época de los moros. La falsa pared fue cayendo rápidamente. Apenas hubo lugar para asomarse así lo hicieron. Dentro, dos esqueletos con los cráneos perforados por certeros escopetazos; un par de maletas cerradas, y entre ambos, el estuche polvoriento de una guitarra, que al abrirlo, presentó al instrumento aún reluciente, y con las cuerdas perfectamente tensas y afinadas.
10 de junio de 2002

LOS ENEMIGOS

LOS ENEMIGOS
Un hombre no debe medirse con otro hombre sino contra su propio criterio. En este mundo todo es pura vanidad, he dedicado mas de 35 años al trasporte aéreo, en estos momentos me pregunto si ha merecido la pena. Según mi criterio ha merecido la pena aunque haya cometido errores, uno ve una generación que pasa y otra generación que viene y la tierra subsiste siempre.
Todo cuanto me llevo de este mundo no son mas que mi criterio y mis errores pues hasta mis amigos en quienes yo confiaba y en mi mesa comían el pan han levantado su mano contra mi o he sido blanco de su lengua. Hay quien dice que si tienes un amigo eres un hombre afortunado si tienes dos estas a la altura de Dios y si tienes tres eres un embustero.
¿Porque ¿, he de temer mis próximos días que me quedan de futuro cuando todo lo que me cerca es la malicia de mis enemigos y amigos. Según leí una vez los hijos de adán son un soplo solamente, los hijos del hombre una mentira
En el transporte aéreo he vivido momentos de autentica malicia que se hallaba escondida en el corazón espeso del hombre ,del cual la falsedad le desbordaba,
hoy puedo decir que en mi corazón solo conservo a mi familia así como también las promesas de un Dios que no me es lejano.
Solo le pido a ese Dios que no este mudo y que me aparte de todos aquellos que hablan un lenguaje de mentiras de palabras de odio y que durante años sin razón me han atacado. En pago de mi amistad me acusan me devuelven mal por bien y todo su odio por mi amistad
Amo a la humanidad pero para sorpresa mía cuanto mas quiero a la humanidad en general menos cariño me inspiran las personas en particular
Tomas Cano

HISTORIA DE MORA LUNA

MORA LUNA- 1993
Viniendo de Ferreirola, a la atura del cementerio nuevo y mirando hacia la izquierda del camino puede verse una roca prominente que los lugareños llaman “Roca de la Mora Luna”. Es posible acceder a ella a través de un paso ya bastante perdido por el desuso y la hierba. Parados al borde del abismo se contempla una interesante vista del barranco a lo que se llama “el Caldero”, en dirección a la vega de Orgíva, donde las nubes cobran su altura. Sin embargo, la roca destaca mejor su volumen y magnificencia observándola desde abajo, desde el río Bermejo. Éste discurre vigoroso y alegre desde las alturas de Pitres, y luego de graciosos saltos y rápidos serpenteantes, entrega sus aguas al caudaloso río Trevélez. Se llega a este punto a través del hermosísimo sendero que une Fondales con Ferreirola. Casi debajo de la piedra, existe un pequeño puente. Desde esta posición, la piedra impresiona, ya que se inclina desde su base en un ángulo bastante pronunciado que se acentúa más en la cima, a unos diez metros de altura.
Mora Luna había nacido en un cortijo en los arrabales de Ferreirola. Cuando fue llevada para su bautismo y sus padres dijeron que por nombre llevaría el de Luna, el párroco apenas se molestó en señalar: “_ Tendrá un nombre cristiano … se llamará María”_ y así, regresaron los pobres labriegos con su niña en brazos, pero el padre le dijo a su mujer, casi en secreto y con rebelde seguridad: “_ pues para nosotros, se llamará Luna”. Y así fue. Creció entre juegos y trabajos rurales, alimentada con soles, agua de fuente fresca, mieles silvestres y apetitosos cocidos alpujarreños. El aceitunado de su piel, y el azabache de sus ojos y su pelo, mostraban claramente que por ella corría purísima sangre mora. Para el pueblo, ella era Mora Luna y poco a poco, la niña se fue convirtiendo en una mujer de singular belleza. Graciosa y alegre, comenzó a disfrutar la atracción que despertaba entre los mozos no solamente de su pueblo. Cuando en el apogeo de las fiestas populares era invitada a bailar en solitario, se formaba un ruedo en torno suyo, salpicando generosamente el arte de su flamenco con cada vigoroso movimiento de sus caderas, o el mágico aletear de sus manos.- “¡Bravo Moran luna!_ ¡qué gracia tienes niña!”, eran las exclamaciones más frecuentes del improvisado público, de hombres y mujeres, de jóvenes y viejos.
Y un día, esa humilde, codiciada y perfumada flor, despertó una profunda atracción en Pedro, el primo de Sebastián. Pedro era el menor de los hijos de una familia de ciertos posibles del Puerto Jubilei. Sus padres poseían importantes olivares en la ribera del Guadalfeo, y un tío tenia cierta fama por los viñedos que labraba en Campuzano. Cuando el joven fue atraído por el delicado embrujo de Mora Luna, tomó por costumbre cada sábado por la tarde, venir a Ferreirola a pasar la noche en casa de su primo y regresar el domingo al atardecer. “¿habéis visto?- decía Sebastián a sus colegas_ mi primo desde lejos nos viene a robar nuestra mejor flor”. Pero a pesar de su encanto, para las mujeres del lugar, no era visto como una posible integrante de sus respectivas familias, sino casi como un peligro de que llegase a calentar la cabeza de algunos de sus hijos casaderos, cuando no la de sus propios maridos.
Es que a pesar que Mora Luna era querida, se la veía diferente al resto. Era común verla cruzar la plaza, descalza, con su cántaro al hombro, y llegar a la fuente de cuatro picos y una vez lleno, todos esperaban que el sobrante del agua fresca, salpicase su blusa y destacase entonces sus formas. También era atracción cuando lavaba ropa en el lavadero público. Los hombres trataban con miradas mal disimuladas, poder captar el momento en que por un descuido de ella y debido al rítmico movimiento del fregado, pudiesen ver y admirar el nacimiento y la turgencia de sus pechos, Pero a pesar de su simpatía, de la gracia de su sonrisa, de la negrura y brillo de su suelta melena, de su ojos enormes, profundos y centelleantes, y que con todos conversaba o realizaba improvisados paseos, nadie puedo decir, hasta la llegada de Pedro, que Mora Luna había brindado algo más que sincera amistad a cualquiera de los hombres del pueblo. Se desenfado y espontánea alegría habían marcado su singular carácter que la hacían tan diferente, y esa diferencia iba más allá del simple color de su piel.
Cuando la relación de Mora Luna y Pedro tomó estado público, la tía del muchacho le aclaró: _ “No quiero tener problemas con mi hermana, tu sabes bien lo que hacer…”
A Pedro se le hizo una deliciosa costumbre sus fines de semana en Ferreirola. Esterada su familia, trataron de pensar que era algo pasajero fruto de los primeros arrebatos juveniles del menor. De nada sirvieron los reproches de su madre ni los consejos de sus hermanos: _ “Mira que no es hembra para esposa; que ya somos comentario en los pueblos”. Es que Pedro no merecía crítica alguna; durante la semana trabajaba como el que más. Sus familiares y amigos nunca lo habían visto tan feliz, y era común verle con las múltiples labores agrícolas silbando alegre algún aire flamenco. Cierto día, su padre, hombre de pocas palabras, insondable, hermético, tuvo que sonreír al escuchar a su hijo mientras araba unos campos y no sabiéndose observado, cantar a viva voz: “¡Ay Mora Luna, mi dulce mora, bella como ninguna, tu gracia enamora!”.
Cada sábado por la tarde, con precisión cronométrica, aparecía Pedro montado en su mulo por el sendero a la altura de la piedra de la cruz. Mora Luna, parada en la atalaya de su piedra observaba aquel punto diminuto bajando la cuesta, y entonces su corazón rebozaba de alegría. Se lanzaba entonces cuesta abajo, y coincidían en medio del puente romano. Se fundía en un beso profundo y las aristas de los barrancos parecían inclinarse aun más para mirar con curiosidad a los jóvenes amantes. Y entonces, se abría de par en par, el cauce vertiginoso de la pasión que los colmaba._ “Mora Luna, ¡Cuánto te quiero!,” _ “No tanto como yo”_ respondía ella. Era verano y entre risas, pero con precaución, bajaban al río en el punto mismo donde el Bermejo llora emocionado entre magníficos saltos el final de su existencia. En ese lugar de íntima unión de vigorosos cauces, dos cuerpos desnudos danzaban la mágica danza del amor. El agua fresca y pura bañaba a los jóvenes, mientras se confundían en extraños abrazos, en sublimes contorciones, en suspiros aplacados por el rugido sordo del río, que a su vez, al igual que a esta primigenia pareja humana, copulaba con su afluente. Trevélez y Bermejo, Pedro y Mora Luna conformaban una simbiosis exquisita e inefable, dos estirpes, dos razas, dos corazones apasionados que se transformaban en solo uno, cantando a la vida, a la juventud, y sobretodo a la purea. _” ¡Qué bella eres, Luna!” _, y el cuerpo mojado de la joven, resaltaba aún más la sensualidad de sus curvas, _ ¡serás la tierra donde sembraré mis hijos!_ y Mora Luna, cerraba la boca de su amante con besos entrecortados con gemidos animales de gozo.
_”Hazme producir como la Tierra” _exclamaba Luna con una voz que no era su voz, sino el profundo susurro de la sierra, el chillido del águila solitaria y altiva, el eco ancestral del misterio de las cavernas, el estallido del trueno retumbando en los barrancos, el zumbido de las abejas y el delicado trinar de los pájaros en primavera. _ “Déjame, déjame un instante” – decía Pedro, “quiero cerrar mis ojos y pensar que duermo y tengo un dulce sueño de amor, y que esto no es verdad y luego abrirlos y verte y mirarme en el azabache espejo de tus ojos”_ Y luego jugaban desnudos en el lecho del río y se perseguían entre risas, ayudándose cogidos de la mano en los rápidos y descansando en los remansos, abrazándose entre los guijarros pulidos por milenios de ser besados por las aguas de las cumbres y a veces se sorprendían por el rápido huir del lomo plateado de una trucha. Por la profunda grieta en la que discurre el río, llegaban cerca del puente de Ferreirola. Allí, las nacientes de Panjuila, se despeñan entre helechos y musgos rozagantes. Pedro se tendía como un fauno sobre una roca y observaba a Mora Luna que bajo la fresca cascada, se dejaba acariciar por el agua. Su cuerpo moreno adquiría una luminosidad extraña, mágica, irreal, pero indudablemente irresistible. Con las últimas horas del día regresaban al puente. El mulo, harto de hierba, los recibía con un soplido.
Una vez, hicieron el amor sobre esa roca plana que está a la izquierda del puente y junto a la cual el Bermejo toma el último impulso antes de lanzarse al encuentro con el Trevélez._ “Luna, eres la vida misma”_ “Y tu eres mi sangre”_ respondió ella_ “la misma que derramé cuando me hiciste mujer”_
Y los jóvenes tejían su futuro._ “Mi tío se irá para América; tienen muy bunas viñas en Campuzano, las mejores. Las pondrá en venta. Es mi intención comprárselas. Se mucho de vinos pues siempre le he ayudado. Tú sabes de la fama de los vinos de mi tío. Todo lo que produce lo vende en Granada. Para empezar, podríamos vivir en el cortijo de las viñas, luego veríamos…” _ “¿Y tus padres?” _ “Mis padres, mis hijos, mi futura, eres tú”_ y el joven la besó tiernamente. “_ Cómo harás para comprar las viñas?, deben costar mucho dinero” “_Ya he hablado con él; podría pagarle una parte y luego le enviaría el resto cuando ya se encuentre en América. Por mi parte, la única posibilidad de conseguir ese adelanto es ir un año a trabajar a Barcelona”_ “¡No!, no quiero separarme de ti” _ “Pero mi Luna, es por nosotros, dos, ya verás cuando el vino sea nuestro, ¡ríos de rojo vino!.
Y mientras hacían planes, los fines de semana seguían siendo una fiesta. Un sábado por la tarde, se hallaban sentados en uno de los verdes bancales en los alrededores de la Roca. Las caricias suaves, los leves suspiros, las miradas plenas de ternura componían el profundo dialogo de los amantes. De pronto, Pedro fijó la atención en algo que se destacaba entre los arbustos. Se incorporó y fue hasta el lugar donde se hallaba el motivo de su interés; regresó con un ramillete de blanquísimos y perfumados nardos que comenzó a entretejer con habilidad… Formó con ellos una improvisada trenza que luego de arquearla, colocó con delicadeza sobre la cabeza de Luna, en forma de lograda corona. “_ Eres mi reina, mi sultana; me has dado el embriagador secreto de la vida y temo con mis manos torpes y ásperas, dañar el terciopelo de tu piel”_ y Mora Luna le respondió con una voz desconocida que surgía de lo más profundo de su ser, de tierra viva, de hembra en celo: “_ Hazme gozar arañando con tu aspereza mi tersura; dame el fuego de tu esencia para que la custodie la profunda tibieza de mi cuenco, despliega en mí tu vigor; móntame y verás que mi galope no desfallece!_ Abrazados, semidesnudos y poseídos por una pasión desbordante rodaron tumbados y entrelazados cuesta abajo del bancal, hasta terminar enredados entre unos espinos. As lacerantes púas los hizo volver súbitamente a la realidad. Un segundo depuse del ¡ay! De dolor en el que sus bocas quedaron con un beso suspendido, se miraron fijamente con estupor, para luego explotar en una carcajada irrefrenable, casi demencial. Al unísono, como si hubiese estado planeado de antemano y sin soltar el abrazo ni cesar de reír, se dieron impulso y terminaron de rodar hasta liberarse de las matas. Decenas de puntos rojos aparecieron en las heridas, pero ambos, con una pasión desbordada, se lamían mutuamente cada centímetro de piel en un baño ritual, de sangre y tierra fecunda y terminaron amándose hasta el crepúsculo, los sorprendió como dos siluetas jadeantes que ya eran parte de las montañas, los cielos, las nubes, las cumbres nevadas, los barrancos umbrosos y los ríos.
“_Partiré mañana!_, dijo Pedro un domingo a la tarde. No por esperada la noticia dejó de ser traumática para ambos._ “Vayamos a nuestra piedra” _dijo ella. Sentados, abrazados y en silencio miraban una de las tantas puestas de sol, y como todas en la Alpujarra, ésta se presentaba soberbia, cambiante, majestuosa. En el horizonte, las nubes bajas, presentando curiosos volúmenes, tomaban formas que simulaban gigantescos animales míticos, que se iban tiñendo de rosas pálidos, rojos intensos, violáceos y azules oscuros. _ “Mira”, _dijo Pedro, _ “mi abuela me explicaba que esos rojos es sangre pues el filo del disco del Sol va cortando los cielos antes de ocultarse.” _ “Pues la mía decía que efectivamente es sangre” _replicó Luna, _ “pero de los que han muerto en el mundo en este día y que la devuelven a la tierra” _Pedro sonrío_ “Digamos entonces que es nuestro vino que se está derramando para alimentar a nuestras viñas y que éstas lo guardarán para nosotros”._ “¿Pensarás en mi?”_ “Como en este mismo instante. Cada fin de semana, volveré como siempre a la roca para mirar hacia Campuzano e imaginaré que te veré bajando en tu mulo por el sendero.”_ “El tiempo pasará rápido, ya lo verás”_ “Si tardas en volver, conseguiré alas como los pájaros y volaré hacia donde estés… aunque en realidad ni siquiera sé donde se encuentra Barcelona.” _ “Está en el Norte, junto al mar.” _”¡¿El mar?! … prométeme que un día me llevarás a verlo; de él tan solo conozco un pequeño y lejano trozo azul que se ve desde las alturas de la sierra de la Contraviesa.” _ “Te lo prometo; y ahora acompáñame hasta el puente” _
Antes de partir, Pedro extrajo de su bolsa un curioso collar de hilo negro trenzado que engarzaba con una delicada redecilla un cuarzo translúcido de singular belleza._ “Toma” _ le dijo Pedro mientras sujetaba el collar en el cuello de Luna,” _ “se lo compré para ti a una gitana. Me dijo que es mágico”- Luna tomó la piedra cautiva y trató de mirar a través de ella. Mientras lo giraba lentamente, el color grisáceo del cristal tomaba diferentes matices, y por momentos lo igualó a una gran gota de agua solidificada._ “Te veo difuso, lejano; la visión que me brinda me da cierto temor” _ “Vamos,”_ dijo Pedro tratando de esbozar una sonrisa. “Tampoco es cuestión de creer lo que me ha dicho esa gitana.” _Luna extrajo de un bolsillo de su falda una pequeña navaja, y con ella cortó un grueso mechón de su cabello. “_Toma, no tengo otra cosa que darte, pues ya te llevas mi propia vida”._ “Démonos el último beso”_ Dijo Pedro mientras anudaba el mechón antes de guardarlo bajo su camisa. Y así, en medio del puente, se quedaron fundidos en un larguísimo beso que pretendieron prolongar hasta la eternidad.
Mora Luna volvió a concentrarse en las múltiples actividades que le eran familiares; ayudaba a su madre en la casa y acompañaba también a su padre a guardar y ordeñar las cabras, o al cuidado de los olivos, y generalmente pasaba gran parte del día atendiendo el huerto. Pero los sábados por la tarde, indefectiblemente podía vérsela en lo alto de la piedra que escalaba con agilidad felina, mirando atentamente el sendero que como una delgada línea zigzaguea cuesta abajo del cerro. _ “¡pronto volverá,!” _ decía Mora Luna como hablándole al río_ “y lo primero que le pediré es que me cumpla su promesa de llevarme a conocer el mar.”_
A razón de una vez por mes, recibía carta de Pedro. La niña, con su tesoro en las manos corría entonces hasta la iglesia: _ “¡Padre, padre!, ¡llegó carta de Pedro,” _ exclamaba con ansiedad, _ “léamela… ¡por favor! _y el cura poniendo los ojos al Cielo decía: “Pero hija, ya te he dicho que no es bueno que yo te lea las cartas de Pedro, ¡te dice cada cosa!” _ “¡Por favor,! _rogaba la niña con mirada suplicante mientras le extendía el sobre._ “Está bien, pero esta será la última que te lea, ¿de acuerdo?; ¿has visto qué importante hubiese sido ir a la escuela en vez de andar por esos montes? _ Y el viejo cura comenzaba entonces cubriendo con un pudoroso manto de censura las partes más apasionadas del texto. En algunos párrafos, detenía la lectura, entreabría la boca por el asombro y carraspeaba mientras acomodándose con disimulo las gafas, miraba de reojo a la niña que esperaba con inquietud la continuación de la frase interrumpida. Se cambiaba entonces el sentido del texto, pero Luna continuaba en su éxtasis porque para ella seguían siendo palabras de su Pedro que le hablaba de los paisajes de Barcelona, de los ahorros logrados, y de la reiteración de la promesa que se había hecho de una vida en común._ “Bien, eso es todo”, dijo al finalizar_ “y no olvides confesarte este domingo” _ Mora Luna regresaba a su cortijo apretando dulcemente la carta junto a su p echo. La guardaría junto a las otras en su cajita de cartón la cual, como un cofrecito fiel, custodiaba todo un mundo de sueños acumulados en esas hojas que venían del Norte. Pero de pronto, y sin una explicación válida, las cartas dejaron de venir. Para Mora Luna el tiempo se hizo interminable, y los días y los meses se cubrían con el peso de una angustia de plomo, muda, expectante y en todo caso insoportable. Se fue apagando el cascabeleo de su risa, y su paso alegre por las callejuelas del pueblo, se transformó en el sigiloso transitar entre penumbras, tratando de evitar encontrarse con la gente, para que no le preguntasen por Pedro. Y poco a poco fue madurando la idea que tal vez en Puerto Jubilei encontraría respuesta para sus dudas y alivio par su inquietud._ “Si” _ pensó_ “lo mejor será ir y consultar a su familia; ellos sabrán lo que ocurre.” _ Nunca había estado en el pueblo de su añorado Pedro, pero no era lejos, ni tampoco difícil de llegar, a lo sumo dos horas de marcha camino a Torvizcón. Una calurosa tarde de mayo decidió dar final a su preocupación y emprendió la marcha. Y continuaba su andar con sincronía, sin desfallecer. El camino le mostraba con sus zigzagueos, los múltiples perfiles del paisaje, pero ella estaba inmersa en sus pensamientos. Por fin llegó al cruce y tomando hacia la izquierda transitó por entre los sobrios encinares del otro lado del cerro. El sol implacable que se filtraba por entre las tortuosas ramas por momentos la cegaba, pero Luna quería ver más allá de su entrono. Pasó por la “Hoya del Cura”, y frente a la cueva del mismo nombre que los pastores suelen utilizar de refugio para sus rebaños. Algunas matas de espinos rozaron sus piernas, pero no pudieron detener su andar. Fue bajando la cuesta guiándose ante la vista lejana de la blancura de Torvizcón, recostado en las estribaciones de la sierra de la Contraviesa. Desde lo alto, y dibujando grandes volutas con su vuelo, un águila la desafiaba con la estridencia de su fuerte y altisonante graznido. Por fin llegó al borde del escarpado donde nace la escarihuela que lleva hasta el legendario río Guadalfeo que Luna vio discurrir por el valle como una delgada cinta de plata. Descendiendo, el delgado sendero trataba de confundirla, ocultándose a veces entre matas, y Luna debía entonces retomar la huella perdida. Poco a poco, paso a paso, comenzaron a dibujarse los tejados de Puerto Jubilei, rodeado de bien cultivados huertos y montes de frescos naranjos. Los tupidos cañaverales de la vera del río le impedían el paso. Intentó por aquí y por allá, hasta que finalmente su perseverancia tuvo éxito. El Gualdalfeo se le presentó soberbio, ancho y torrentoso y por un instante atemorizó a la niña. Por fin, y dispuesta a no ceder al final de su camino, Luna remangó su falda y con un alarde de pertinaz imprudencia, cruzó el cauce que por momentos estuvo a punto de tumbarla. Dentro del irregular perímetro del caserío, Luna preguntó a un niño: _ “¿Puedes indicarme cual es la casa de Pedro?” _ “¿Cuál Pedro?, ¿el que está en Barcelona?” _ “Si, ese Pedro”_ “Pues es ese portal grande que está allí” _le señaló el niño a la extraña. Mora Luna se acercó a la puerta, y tomando con resolución la aldaba golpeó tres veces. Unos instantes después sintió unos pasos y la pesada puerta se abrió. Bajo el dintel apareció una mujer de mediana edad secándose las manos con un paño que apenas vio a Luna dibujó en su rostro un gesto de curiosidad y fastidio_ “¿Qué buscas?” _ “Quisiera saber si usted me podría dar noticias de Pedro” _ Al punto, la mujer cesó de secarse las manos y arrojó el paño al suelo y puso sus puños apoyados en la cintura; midió con una mirada desafiante a la niña y adoptando luego un aire de soberbia y desprecio, le dijo: _ “Pues yo soy su madre … y me imagino que tu deberás ser la Mora Luna…” _ “Si, yo soy Luna” _ contestó la niña en un hilo de voz. La mujer aguardó unos instantes tal vez gozando como goza un animal de presa cuando sabe que tienen a la victima a su merced, y luego sin saber de donde se le ocurrió la idea le dijo con seguridad y fiereza:_ “Pedro se casó en Barcelona hace tiempo, y no volverá más, así que olvídate de él”.
La puerta se cerró con violencia. Mora Luna quedó inmóvil y una corina negra y gélida pareció obnubilar su mente por un instante eterno. Luego dándose la vuelta, emprendió el camino de regreso. Sin saber como, llegó al río en un punto que no había acertado hallar en su camino de ida. El buen Guadalfeo le presentó un rosario de piedras que le facilitó el cruce y simultáneamente lavó con su agua fresca los delicados y cansados pies de Luna.
Subió la escarihuela que parecía haberse ensanchado, permitiendo que la niña lo hiciera sin dificultad; ¡tan lejos estaba ella en sus pensamientos!. Y ahí se la ve, caminando sola a su destino, y el sol muriente de la tarde mengua su vigor para no agobiarla, y se levanta una tenue y fresca brisa crepuscular que acaricia y juega con el lacio azabache de su pelo, como para copiar y luego teñir con él, a modo de mágico pincel, la negrura de la noche que se avecina. Cruzar el cielo bandadas de diminutos pájaros que retornan a sus nidos saludando con graciosos trinos el paso de la niña. El sendero se abre manso y las matas del abundantísimo esparto la acarician con el hilo de la suave seda de sus hojas; los romeros serranos y tomillos en flor, perfuman su paso. Antes de tomar el sendero hacia el puente, un pastor la saluda desde lo lejos y le dice:_ “¡Luna, tu madre te está buscando!”, _ y Luna sigue su paso si contestar, ¿quién es su madre sino el aire fresco de las sierras, el agua de los nacimientos con su carga de frescura y vida, el andar cauto y sigiloso de la zorra, la magnifica destreza de la cabra montés, y el eterno discurrir de los ríos?. Llega al medio del puente y se detiene… cierra sus ojos y entrelaza sus brazos y mientras esboza una triste y bella sonrisa, piensa en Pedro, y la distancia se diluye y el tiempo se hace trizas y así se queda un momento como parte del paisaje mientras la tarde va dando sus últimos suspiros. Luego, continúa su marcha ascendente, pero con la cruz de su profunda pena a cuestas y llega al pie de su monumental piedra que la observa con solemnidad. Con agilidad felina trepa hasta la cima. El crepúsculo le muestra su clásico espectáculo de rojos, amarillos y violetas. Mira hacia el sendero … pero en vano trata de divisar la pequeña silueta de Pedro, en su mulo._ “¡Barcelona!” _ exclama la niña en su suspiro, y acto seguido inicia una delicada carrera hacia el abismo, y extendiendo los brazos cual si fueras dos alas se lanza al vacío… Un golpe seco junto a las rocas al bode del río fue el fin del mágico y breve vuelo. Las sombras de la noche cubrieron con un piadoso manto de luto la trágica escena. Un abundante surco de sangre joven se deslizó entre las piedras cual si fuera un cauce de generoso vino y el río Bermejo, compasivo, fingiendo estar sediento, se apresuró a beberla; el río Trevélez, luego, se ocuparía de llevar a Luna a conocer la enorme y salobre extensión del mar.

EL TRANSPORTE AEREO ESPAÑOL SE DESTRUYE

EL SECTOR AEREO SE DESTRUYE
Mientras el sector aéreo español se autodestruye, el Sr. Piqué manifiesta que espera continuar en Vueling porque se divierte, que cantidad de sandeces, otros escriben que defender los intereses de Iberia y su presencia en nuestro País lo llaman patriotismo caduco.
Tomemos por ejemplo Estados Unidos, creen de verdad que permitirían que una compañía aérea extranjera controlara a Delta US Airways, America Airlines, y así una larga lista.
Estados Unidos tiene un lobby que se llama Airlines for America, fundada por 14 líneas aéreas en 1936 en Chicago, y ese lobby defiende los intereses de las compañías americanas a muerte. Creen de verdad que el Reino Unido permitiría que British estuviera en manos españolas me temo que no y British no pertenece a Estados Unidos sino Europa.
En España, se me ocurrió sentarme a manteles con el Sr Alvaro Midelman, en el Restaurante Honoris en Palma de Mallorca, para crear AECA, idea en la cual tenía yo fundadas esperanzas de convertirse en un lobby español en defensa del transporte aéreo, me equivoque con mi idea y las personas que puse al frente.
El sector privado español esta muerte en estos momentos, mientras personajes sin escrúpulos andan invirtiendo en otras compañías como Volotea, lo que han sacado de Futura. En los últimos años las empresas desaparecidas han dejado a miles de personas en la calle, y aquí no pasa nada. Pero los detractores que los tengo, con palos y piedras intentan romperme los huesos, y sus insultos me resbalan, haciéndome responsable de lo que pasa en el sector.
Personajes como Román Pané, Andrés Negre, Pepe Duato, andan por nuestras calles, su sombra contiene los lados no revelados de su personalidad, o lo que es conocido con frecuencia como el hermano oculto y tan oculto.
Todos ellos son hombres con grandes dosis de adulación, pero la adulación es como la colonia, solo para ser olida pero nunca bebida, ellos se la han bebido toda.
Se impone una mesa redonda sobre el Sector Aéreo Español compuesta por todos los agentes sociales y los lobbys como Aeca o la ACETA .
Triunfan aquellos que saben luchar, y ahora nuestro País necesita de esas personas. Si lo dejamos para la calle de “después”, , se llega a la plaza de “nunca”, eso leí una vez.
Tomas Cano

JUAN JOSE HIDALGO

PEPE HIDALDO
Se habla mucho sobre la salud de Juan José Hidalgo, de sus problemas y parece que en este País nadie quiere reconocerle, como un gran empresario, a pesar de su carácter a veces colérico , y atípico pero para mi es un gran empresario.
Alguno pensará que le debo algo, pues se equivoca, jamás me ha ayudado cuando le he pedido ayuda pero eso no le convierte en el blanco de iras estúpidas como todo hombre se habrá equivocado, pero a sabido llevar a su grupo Globalia o Air Europa hasta lo más alto, ha sido un hombre que nunca ha doblado su cabeza siempre la ha mantenido en alto y sigue mirando al mundo a los ojos.
La vida no le ha envejecido, porque lo que realmente nos envejece es el corazón.
No importa cuan fuerte pegues en la vida sino lo fuerte que seas para soportar los golpes de los demás y de la propia vida.
La clave de su éxito ha sido a pesar de sus defectos que todo el mundo los tiene y . la clave de su éxito y de ser un líder , es no tener muchos defectos y no cometer un error fatal, cosa que hasta la fecha ha conseguido a pesar de sus detractores, Todo cuanto humildemente puede recomendarle a Juan José Hidalgo es el relato de este cuento que espero le ayuda o sobrepasar sus problemas actuales en el convencimiento de que muchos le seguiremos admirando por aquello que a hecho y que hoy se ha hecho merecedor por su edad, y trayectoria profesional.
Era un venerable maestro. En sus ojos había un reconfortante destello de paz permanente. Sólo tenía un discípulo, al que paulatinamente iba impartiendo la enseñanza mística. El cielo se había teñido de una hermosa tonalidad de naranja-oro, cuando el maestro se dirigió al discípulo y le ordenó:
-Querido mío, mi muy querido, acércate al cementerio y, una vez allí, con toda la fuerza de tus pulmones, comienza a gritar toda clase de halagos a los muertos.
El discípulo caminó hasta un cementerio cercano. El silencio era sobrecogedor. Quebró la apacible atmósfera del lugar gritando toda clase de elogios a los muertos. Después regresó junto a su maestro.
-¿Qué te respondieron los muertos? -preguntó el maestro.
-Nada dijeron.
-En ese caso, mi muy querido amigo, vuelve al cementerio y lanza toda suerte de insultos a los muertos.
El discípulo regresó hasta el silente cementerio. A pleno pulmón, comenzó a soltar toda clase de improperios contra los muertos. Después de unos minutos, volvió junto al maestro, que le preguntó al instante:
-¿Qué te han respondido los muertos?
-De nuevo nada dijeron -repuso el discípulo.
Y el maestro concluyó:
-Así debes ser tú: indiferente, como un muerto, a los halagos y a los insultos de los otros.
TOMAS CANO

EXCELTUR Y GRANADA

Exceltur y Granada
Recientemente el periódico El Ideal de Granada publicaba los resultados de un informe elaborado por Exceltur, en la que una de las ciudades, españolas que destaca por sus monumentos, como la Alhambra declarada Patrimonio de la Humanidad, su historia, por ejemplo la de la zona de La Alpujarra, su estación de esquí de Sierra Nevada sin olvidar el prestigio de su Universidad o su Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud , en fin serían interminables los adjetivos o calificativos hacia esta hermosa ciudad . Como digo Exceltur en su informe la coloca en el puesto décimo como destino turístico, teniendo en cuenta que cualquier informe de Exceltur hay que ponerlo en cuarentena, y en especial cuando en el manifiestan que esta ciudad ofrece escasa oferta cultural y de ocio (sic sic) Me ha sorprendido la reacción dispar de los agentes sociales relacionados con el turismo en esta capital. Manifestaban sus opiniones, con perlas lindas de los políticos como “Estamos trabajando en ello”, palabras de la Concejala de Turismo, Rocío Díaz, o Manuel Morales, Delegado de Turismo el AVE es fundamental y por último para Antonio Puentedura de Izquierda Unida la culpa es del Alcalde.
Con respecto a las declaraciones de los profesionales del sector Antonio García de la Federación de Hostelería “Granada debería estar más arriba en el ranking.”
Recuerdo hace meses que un grupo de empresarios se reunían en las instalaciones del aeropuerto, Federico García Lorca, para manifestar la importancia del Turismo y su futuro gracias al Aeropuerto Granada Jaén y su intención de fortalecerlo no iban desencaminados, la puerta de entrada a Granada esta en su aeropuerto, olvídense del Ave y todos los demás modos o flujos de entrada que son importantes, pero si Granada quiere estar en lo alto de la tabla debe hacerse por el único sitio su aeropuerto y una buena planificación de transporte aéreo, otra cosa es que responsables políticos y empresarios tengan la valentía de luchar por un destino único como Granada. Para esto no se necesitan informes sino mirar hacía atrás y ver como destinos que no tienen el valor de Granada se han desarrollado y ha sido gracias a una conectividad aérea adecuada.
Parecerá para muchos una misión muy difícil, no hagamos como cuando los descubridores descubrían una tierra nueva, solían decir más allá hay dragones
Para Granada más allá no hay dragones, sigamos descubriendo formulas para que Granada este en el corazón de muchos más, y sea un referente antes de hacer un viaje a España.
Tomas Cano