Tiempo de reflexión

Bertrand Rusell, dijo: ¡Que agradable sería un mundo en el que no se permitiera a nadie operar en la bolsa a menos que hubiese pasado un examen de economía y poesía griega, y en el que los políticos estuviesen obligados a tener un sólido conocimiento de la historia y de la novela moderna.
Estamos en el sector turístico y, por añadidura aéreo, en una situación a la que casi nadie puede escapar, que no es más que otra crisis, que conlleva falta de entusiasmo. Alguien dijo que en esta vida hay que morir varias veces para después renacer. Y las crisis aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra. Esta no es la primera crisis que yo he vivido y me remonto a los años setenta y ochenta cuando fundé Air Europa y pocos creían que podríamos conseguirlo, pero ante la adversidad hay que crecerse y superarla con entusiasmo, viendo las cosas de forma distinta a los demás. Quiero con estas humildes letras animar a los que luchan en estos momentos por su supervivencia, pensando e intentando crear… crear, que magnífica palabra.No importa la cantidad de ideas de compañías que hoy pueden parecer a algunos puras entelequias, hay que seguir, solo les sugiero a los que hoy intentan sortear esta tormenta, que pongan al frente a un Líder, sí, un Líder.  Muchos se preguntarán y ¿cómo reconocemos un líder? Pues yo les diría que esa persona que buscan debe ser alguien a quien estén dispuestos a seguir, y uno sigue a aquellos de los que aprendemos y que debe tener también la capacidad de preocuparse de nosotros, eso para mí es un líder. Esa persona que sabe, enseña lo que sabe y se preocupa por encima de todo de sus empleados, lo demás son meros médicos de quimeras.
En las grandes crisis el corazón se rompe o se curte (Balzac), nosotros en el sector aéreo ya tenemos el corazón curtido después de tantos años.

La crisis

Escuché hace unos días esta conversación: ¿tú eres un agente de inversiones? Sí, lo soy. Entiendo que tienes tu dedo sobre el pulso financiero. Sí, en gran medida, le respondía el otro. ¿Qué ha causado todo esto? Bueno, el mercado financiero está dirigido por sentimientos. ¿Qué significa? Todo va normalmente y, de repente, una de esas personas sofisticadas y que tiene el pulso del mercado dice: ¡Oh, Dios mío!, lo hemos perdido todo. ¿Qué hacemos ahora? Salto por la ventana o saltamos todos, y empieza a decir: vender, vender. Algunos días después, la misma persona dice que todo va bien, somos ricos y empieza frenéticamente a decir: comprar, comprar.
En fin, eso es lo que se llama sentimiento del mercado. Esa es la clase de  análisis riguroso que se hace en la economía. Igual pasa en el transporte aéreo. Nosotros también tenemos esos expertos que tienen su dedo pulsando el mercado aéreo y esta historia que les voy a contar es una muestra de ello.
Un comandante hablaba desde el ‘cockpit’ a sus pasajeros y esto es lo que escuché.
Buenos días, señores pasajeros. Les habla el Comandante. Les doy mi más cordial bienvenida a bordo en nombre de Nigerian Airways. Lamentamos el retraso de cuatro días en poder despegar. La causa ha sido el mal tiempo y el exceso de horas acumuladas por la tripulación. Este es el vuelo 126 a Lagos. El aterrizaje en Lagos no esta garantizado, pero seguro que terminaremos en algún lugar al sur de Africa.
Continuar leyendo “La crisis”

Tormenta perfecta

Todo el mundo habla sobre la crisis del transporte aéreo y algunos lo achacan  a las tasas aéreas, pero eso lo dicen los que no ven de lejos. El problema del transporte aéreo en España, por no decir mundial, es un problema de la estructura del negocio. Teniendo en cuenta que el combustible ha alcanzado entre el 40 y el 50 por ciento de los gastos estructurales de una empresa aérea, cualquier impacto positivo o negativo puede ser la salvación o el desastre.
El 80 por ciento de los billetes vendidos hasta la fecha se ha emitido al pasajero antes de la subida del precio del combustible, por lo que es imposible a estas alturas repercutirlo al cliente, porque la ley no permite repercutir sobre el precio final cualquier coste 21 días después de haber emitido el billete, o lo que es lo mismo, los billetes con los que muchos pasajeros viajan hoy se han vendido entre marzo o abril. Por lo que las compañías hoy se ven abocadas  a  dos cosas: reducir la oferta y plantilla de personal o a no mover ficha y quedarse como están.
Si mejora la situación después de una reestructuración, el daño es irreversible y si empeora es también irreversible. Muchos se dedican a hablar de las  magnitudes, porque para ellos es lo que manda, para mí en cambio es el drama personal.
Asegurar hoy el precio del combustible es una temeridad igualmente carísima y arriesgada. Si aseguras el barril a 130 dólares y baja 15 dólares por su volatilidad, el resultado es tremendo y si no lo aseguras el drama es parecido. Al final estamos ante una Tormenta Perfecta, que pasará una factura humana tremenda, porque a mi modo de ver no hay capacidad de innovación del negocio.
Continuar leyendo “Tormenta perfecta”