SPANAIR
Yo he sido de los primeros en defender , y entono el mea culpa por ello de una compañía de bandera radicada en Cataluña.
Pero lo cierto es que a Spanair, a perdido el rumbo, y se halla en un pozo cuyo fondo nadie alcanza a ver.
La compañía carece de liderazgo, frente a los cambios que esta viviendo el transporte aéreo dónde una compañía aislada o con tientes independentistas no puede funcionar, porque el sector no permite una aventura como esa.
Spanair tiene que tener una visión global y creo que dónde más falta hace o dónde puede estar un segmento importante del negocio es desde Canarias hacia toda Europa. Las aventuras de larga distancia dejémoslas por el momento para las alianzas, como Skyteam, Oneworld.
Puede que entre los directivos de la aerolínea, no haya calado lo suficientemente , la frase “La independencia siempre fue mi deseo, la dependencia siempre fue mi destino, y en el transporte aéreo somos muy dependientes de muchos factores, algunos de ellos exógenos.
Spanair, cuenta con una importante y profesional plantilla de empleados, que pueden acometer cualquier reto, y eso reto tiene que ser global , de lo contrario su futuro se verá entre las cuerdas, se puede ser independiente, pero aislado nunca y en Barcelona la compañía quedará aislada y devorada por la competencia.
La responsabilidad moral de sus lideres, no es solo evitar dañar más a la empresa, también están obligados a cuidar y ayudar a las gentes que trabajan en ella.
Todos en la vida nos equivocamos y es fácil, hablar y escribir sobre los demás, soy consciente de que cuando un hombre señala con su dedo a alguien, tiene que recordar que los otros cuatro le señalan a él.
Spanair, desde mi punto de vista está sentada en un camino que no va a ninguna parte. Aunque tal vez lo sepan los dioses que existen y está a la espera de que alguien los guíe allí dónde el destino les espere.
Pero alguien debe guiarles, por el bien de todos porque el sector no puede y no debe perder en este país otra compañía aérea.
Porque al final las empresas en alguna ocasión especifica, las ha levantado alguna vez alguna persona. Pero lo más importante es que una empresa la han mantenido todos sus empleados durante muchos años, y eso para mi vale más que “una vez”.
Por último soy de los que prefieren la locura de los sabios que arriesgan a la sabiduría e independencia de los necios
TOMAS CANO